Opinión de Ricardo Alemán
Para los lectores del Itinerario Político no es ninguna novedad que, desde el momento que López Obrador llegó a la dirigencia del PRD, inició la alianza del dizque “izquierda” mexicana, con las bandas criminales.
Y es que, por si lo han olvidado, esas alianzas criminales las documenté aquí desde el siglo pasado, cuando en 1996 López Obrador impuso como alcalde de Iguala, a José Luis Abarca, jefe de la mafia Guerreros Unidos y quien a la postre ordenó secuestrar e incinerar a “Los 43” de Ayotzinapa.
Ya como jefe de gobierno del Distrito Federal, Obrador amplió sus alianzas criminales en la capital, al extremo de que entre los años 2000 y 2005, el DF fue una de las entidades más violentas e inseguras del país.
¿Recuerdan la Marcha Blanca, de cientos de miles de capitalinos en protesta por la inseguridad, la violencia y el secuestro? ¿Recuerdan que AMLO se burló en una mañanera por la protesta de “los fifís”?
Desde entonces empezó el empoderamiento de los cárteles criminales en la Ciudad de México, lo cual fue denunciado no sólo por la jerarquía de la Iglesia Católica mexicana, sino por el gobierno de Estados Unidos.
Por ejemplo, en junio del 2022, luego que dos sacerdotes jesuitas de Chihuahua fueron asesinados, la Diócesis Primada emitió el siguiente comunicado: “¡Vivimos un infierno! ¿Cómo hemos llegado a este desprecio por la vida humana, a la degradación de los valores, al endiosamiento de la impunidad, la maldad y el egoísmo? Todos somos responsables”.
Y luego dice que los tres órdenes de gobierno --federal, estatales y municipales--, “están rebasados por la delincuencia debido a que carecen de la capacidad humana, logística, económica, técnica e incluso moral, para hacer frente a la violencia criminal”. Y condena a los grupos criminales: “Lastiman en lo más profundo a nuestro pueblo, esto a causa de la violencia que crece como la espuma y parece que no hay forma de detenerla”. (FIN DE LA CITA)
En esa misma fecha --junio del 2022--, el Congreso de Estados Unidos dio a conocer su informe sobre el avance de las bandas criminales en México, a partir de información del Departamento de Estado, en el que advierte que casi todo México es territorio de las bandas criminales.