La Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de Candelaria es una advocación mariana de la religión católica que tiene su origen en Tenerife, España.
Su etimología deriva de candelero o candela que se refiere a la luz: la luz santa que guía hacia el buen camino y la redención y aviva la fe en Dios.
Su festividad se celebra, según el calendario litúrgico, el 2 de febrero, y en ella se recuerda la presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén después de su nacimiento y la purificación de María.
La Virgen de la Candelaria es, en su lugar de origen, la patrona de las Islas Canarias y se la clasifica como una Virgen negra.
Su devoción tiene mucho arraigo en otras partes de España, y en países como Bolivia, Colombia, Cuba, México, Perú, Venezuela y otros. Asimismo, su patronazgo se extiende a varias ciudades y países de América y de otros continentes.
Esto ha hecho que la Virgen de la Candelaria sea la segunda advocación mariana más extendida en el continente americano, tras la Virgen de Guadalupe, patrona de México.
Al mismo tiempo, fue una de las primeras advocaciones introducidas en América por los conquistadores españoles, de hecho, se sabe que ya Hernán Cortés llevaba al cuello una medallita de la Virgen de la Candelaria cuando llegó a México.