Los delirios de doña Gris, alcaldesa electa de Morena en Manzanillo

TAREA POLÍTICA

por José Luís Santana Ochoa

A partir del 15 de octubre próximo, la MORENA alcaldesa electa de Manzanillo, Griselda Martínez, iniciará la conversión de la Esmeralda del Pacífico a Ciudad AMLO, paraíso en la tierra tropical colimense donde por decreto nadie mentira ni robará ni traicionara ni deseará la mujer de su prójimo sino todo lo contrario. Antes de ella un par de funcionarios peraltistas amenazaron con hacer del estado de Colima la Suiza de América, el Singapur mexicano, la Finlandia de acá de este lado. Los delirios de Doña Gris también los tuvieron en su momento los debutantes Carlos Domínguez Ahedo y Óscar Javier Hernández Rosas. El primero sigue pegado a la ubre presupuestal y al segundo le dieron aire hace unos meses. Así es que no hay motivo para asustarse ni espantarse, sólo para divertirse con tanto desfiguro.

Porque así lo decidieron los manzanillenses con sus votos en las urnas el domingo 01/07/2018, el municipio capital económica de la entidad será conducido por quien carece de gracia y otras muchas cositas que son necesarias para garantizarle a la población servicios públicos de calidad y a los inversionistas y emprendedores condiciones que propicien el desarrollo armónico de sus actividades productivas. El simplismo declarativo de la señora Martínez no presagia nada bueno para AMLÓPOLIS que ya encomendó a la protección de su santo laico Andrés Manuel López Obrador. Tampoco le serán de mucha utilidad sus aliados políticos de ocasión que son renegados priistas transformados ahora en conversos morenistas que son más bravos que la cal.

En tanto la honesta alcaldesa de AMLÓPOLIS que se espanta de los corruptos y anda del brazo de los más connotados de ellos, no le ponga nombres y apellidos a los empresarios que según ella la buscan, la siguen a todas partes, “buscando acuerdos, privilegios, tratando de aparentar licitaciones que no sean reales para otorgarles compras”, todos están bajo sospecha, y todos son todos, de ser presuntos corruptos, motivo por el cual ya se echó de enemigos a los más fuertes de ellos que tienen sus operaciones más rentables fuera de AMLÓPOLIS , de la entidad y del país.

Los desaguisados de quien del cielo moreno le cayó el cargo de presidente municipal de AMLÓPOLIS apenas empiezan. Más y muy terribles cosas se verán a partir de la conformación de su equipo de colaboradores y de sus primeras decisiones una vez apoltronada en la oficina principal de Juárez 100. El brinco de su “viejo loco” que hace unos meses le aplicó a AMLO a dedicarle en su honor la ciudad puerto de Manzanillo, pinta de cuerpo entero a la flamante alcaldesa de AMLÓPOLIS que seguirá dando mucho de qué escribir.

A Griselda suerte le ha dado Dios sin que el saber le importe un bledo. Ella es ejemplo palpable de que la democracia electoral puede entronizar a cualquier ciudadano, reúna o no el perfil que el desempeño de los cargos de elección popular demanda. La mayoría de los electores manzanillenses la empoderaron y suya es la responsabilidad de su futuro actuar como su presidente municipal 2018/2021; también, de quienes, conociendo sus limitaciones, la nominaron candidata creyendo que nunca jamás ganaría.

Y que no salgan los interesados defensores de Doña Gris con que se le critica por ser mujer, ni con sus ya muy trilladas acusaciones de misoginia a quienes señalan las fallas y misiones de las servidoras públicas, sean por designación o elección popular. Que nadie se asuste ni se espante, el ejercicio periodístico es parte también del libre juego democrático que va más allá de géneros y orientaciones sexuales