Rigoberto García Negrete era el diputado local que parecía iba a tener fuerza en las elecciones del 2024.
Le falló el que viene, se destaparon muy rápido y echaron las campanas al vuelo cuando nada tenía.
Hay cosas que se ven desde fuera como el hecho de andar con Claudia Yañez, luego con el PES, después anuncia que se va al PRI, pero después regresa a la 4T con Claudia que es coordinadora de Augusto..
Así, era imposible que le dieran la presidencia del PRI, pues además de que debe formarse y hacer talacha anda de un lado a otro sin hallar su lugar.
Solo falta que su asesor sea el ex alcalde Lupillo García Negrete, quien le entregó el poder a Morena en manos de Elías Lozano, tan cuestionado por varios temas, algunos de ellos los aviadores, el nepotismo, las concesiones, la violencia, hasta de mujeres que demuestran el nulo trabajo del DIF municipal.
Y es muy seguro que tampoco el PRI le de la candidatura a Rigo García.
Dicen en los pasillos del tricolor que su comportamiento no da confianza de lealtad porque se mira más morenista que priistas.
Del PAN ni de chiste, ahí llegó Lupillo su hermano, se sirvió con la cochara grande y no estuvo a la altura. Cree que su estilo de hablar fue aceptado para gobernar. A nadie se le olvida el famoso lápiz y su borrador, la alta corrupción en seguridad pública con las elevadas multas viales y el reglamento que ocultaron para joder al jodido.
Le queda poco tiempo a Rigo García para incluso reconciliarse con el regidor Rafa Ortega que repite hasta el cansancio que lo usaron y le sacaron el dinero, hasta una casa tuvo que vender dice Rafa.
Aunque lo primero que debe hacer es definirse si se queda en el PRI o se va quedar en Morena porque quien sirve a dos amos queda mal con uno.
Si piensa quedarse en el PRI, lo primero que debería hacer es ir a levantarle la mano a Oscar Avalos y ponerse a la orden para ir en unidad.
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