Parece que México tiene al peor presidente en el peor momento, una pandemia y una guerra entre Rusia y Ucrania.
Un gobierno que se siente víctima
Nunca había visto un gobierno que se victimizara tanto públicamente, comenzando por el propio presidente López Obrador.
Nunca nada es su responsabilidad, todo lo malo que ocurre es consecuencia del pasado, de sus enemigos, de los conservadores, incluso las tragedias que él mismo provoca o tolera o que simplemente le toca sufrir.
Dicen los sicólogos que la victimización es una conducta que implica una declaración de inferioridad de condiciones.
Todo el mundo la ha usado en alguna ocasión, pero cuando se transforma en una conducta permanente se convierte en una trampa en la que “la víctima” queda encerrada en su concepto de derrotado. Como consecuencia, no puede disfrutar ningún logro ni triunfar, pues esto sería un “pecado” para el concepto que armó de sí mismo y en el que queda atrapado.
Todo esto viene a cuento por las declaraciones presidenciales, sobre todo desde las elecciones de julio, y mucho más desde que se develó el tema de la Casa Gris de su hijo.
Una persona que se victimiza, dicen otra vez los sicólogos, quiere llamar la atención, no asume su propia responsabilidad, acusa a los otros de sus propias desgracias y su actividad favorita es quejarse de los demás. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Elías, la victima municipal
También en el municipio de Tecomán, nunca había visto que un alcalde se hiciera la víctima de forma pública.
Elías Lozano sigue los pasos de AMLO nunca es su responsabilidad y también todo lo malo es consecuencia del pasado.
Hasta lo que provoca Elías es culpa de otros, en una ocasión se le olvidó que su padre fue presidente, pero él agarró parejo, habló mal de su progenitor.
También salió a relucir una residencia que no habían comprado antes, lo que supone que uso su cargo.
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