Con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 5 de febrero de 1917, culminó la Revolución Mexicana permitiendo el surgimiento de los primeros gobiernos del México Posrevolucionario, las atribuciones, funciones y obligaciones del Estado frente a sus ciudadanos se ampliaron y modificaron, lo que se tradujo en el fortalecimiento y evolución de las instituciones de la administración pública para atender y resolver las nuevas problemáticas políticas, económicas y sociales de la nación.
Bajo este contexto, durante la administración del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, el 1 de noviembre de 1937, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, “el Decreto por el que se cambia la denominación de la Secretaría de Guerra y Marina por la de la Defensa Nacional”, dando paso así a la Secretaría de la Defensa Nacional, integrada por el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, institución comprometida con la defensa de la integridad, Independencia y la soberanía de la nación, además de garantizar la seguridad interior y auxiliar a la población en casos de necesidades públicas, así como prestar ayuda para el mantenimiento del orden.
El cambio de denominación, marcó una nueva etapa del Instituto Armado, debido a que se concluyó la transformación rumbo a la profesionalización. Por estos años se reactivó el Estado Mayor de la Defensa Nacional, organismo fundamental para la operatividad del Ejército y la Fuerza Aérea, para estos momentos ya se afirmaba que las Fuerzas Armadas Mexicanas, gracias a los esfuerzos realizados eran instituciones apolíticas, leales y al servicio del pueblo y gobierno de México.
(88 batallón de infantería de Tecomán, Colima)
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