Hablar de Griselda Álvarez Ponce de León, es recordar una mujer de carácter, pero también humana y tierna, una mujer con dignidad, principios católicos y valores como la honradez, sabía ser amiga leal dispuesta apoyar a los demás, con un alto grado de responsabilidad, culta y con una fuerte vocación docente, de profesión maestra y posteriormente estudio Letras Españolas en la Facultad de filosofía y letras de la UNAM, era poeta lirica sensible, fina y delicada, además de ser escritora y para muestra basta un botón, aquí un fragmento de “lejana arquitectura” de su autoría.
Vejez llévate todo
Cutis terso donde viajaron manos persuasivas
Ojos radiantes, lámparas votivas
Que iluminaron noches de universo
Llévate de la avispa mi cintura
Dimensión increíble lozanía
Llévate de mis senos la blancura
Y el negro de mi pelo la armonía
Llévate mi lejana arquitectura
Pero déjame entera mi alegría.
Creció entre el poder y el soneto, marcada con el hierro de la política, por sus ancestros paternos, ya que su abuelo Manuel Álvarez primer Gobernador de Colima y su padre Miguel Álvarez García, Gobernador de Colima en 1919-1923, vivió rodeada en su etapa de escritora con personajes como: Jaime Torres Bodet, Francisco Monteverde, de Mendoza y Salvador Novo.
Después de casarse con el medico Antonio Delgado, quien era viudo y con dos hijos pequeños de los cuales ella refiere su gran amor por ellos, formo su familia procreando un hijo con su esposo de nombre Miguel Delgado.
A través de los diferentes encargos que desempeño siempre con eficiencia como servidora pública en la casa cuna del hospital general, en la SEP donde impulso Cajas de ahorro popular, Cooperativas, Guarderías, Escuelas Rurales, Casas de Cultura, Bibliotecas y cuando trabajo en el IMSS, siempre impulso elevar el nivel moral, económico y cultural de las mujeres, también impulso el teatro y el deporte un ejemplo de ello fue que la natación dejo de ser elitista, asimismo trabajo porque se les dieran capacitaciones a las mujeres de oficios como: carpintería, electricidad, plomería y tapicería, decía que había llegado el momento de cambiar las cacerolas por el martillo, como una forma de empoderar a la mujer, apoyando un FEMINISMO RACIONAL, donde sostuvo que las mujeres éramos potencialmente iguales a los hombres y trabajo para que fueran conscientes de su ser.
Política priista, con fuerza genética, fue senadora, recibiendo varias preseas y una de las más importantes fue la medalla Belisario Domínguez, su trabajo legislativo más importante fue el garantizar el derecho a la información art. 6° Constitucional y realizo un arduo trabajo reivindicando el lugar de las mujeres.
En 1979 fue la primer gobernadora en el estado de colima y en la nación Mexicana por el PRI y el PPS (Partido Popular Socialista), demostró que las mujeres tenían la capacidad de gobernar trabajo fuertemente para la protección de la infancia, de las mujeres, penalizo la violación, estableció las normas para la reparación del daño, creo los centros de apoyo de la violencia hacia la mujer (mujeres golpeadas), nunca se engolosinó con el poder demostrando así su humildad y hasta su muerte le demostró al pueblo de colima su agradecimiento, porque fue su voluntad que sus restos los trajeran a colima, para una servidora fue un honor poder estar presente cuando trajeron sus restos a Palacio de Gobierno del Estado de Colima.
Se podrían decir muchas cosas más de esta Mujer Colimense destacada, pero, porque les hago esta semblanza de esta gran mujer?, les explico ahora, quererse comparar con ella, no es para cualquiera, ella tenía un gran sentido de responsabilidad social y empática a las necesidades ajenas, lo que ahora muchos políticos no tienen, Griselda Álvarez Ponce de León “es un personaje el cual, difícilmente te puedes olvidar”, así que mis estimados políticos colimenses mujeres y hombres, que buscan un encargo público de representación popular o que lo ostentan, pónganse las pilas, leer educa y el poder es para servir, no para servirse, como lo hacen muchos ahora, porque los mueve la ambición.
He dicho !
Licda. Ma. De los Ángeles Rodríguez Silva.
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