*Este 3 de febrero pasó a la historia como el día en el que Mario Marín fue aprehendido por autoridades mexicanas para responder ante su probable responsabilidad intelectual en la tortura de la periodista Lydia Cacho...
ACAPULCO.- Tras ser detenido por elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República en Acapulco, Guerrero, el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, fue trasladado a Cancún, Quintana Roo, donde es requerido.
A las 20:03 horas, elementos de la FGR y el ex gobernador partieron de las instalaciones de la subdelegación de Acapulco con rumbo al aeropuerto internacional Juan N. Álvarez, de donde salieron en un vuelo a Quintana Roo a las 20:30 horas.
Mario Marín, conocido como El Gober Precioso, fue detenido esta tarde por elementos de la Fiscalía General de la República en un predio de Acapulco, acusado de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
De acuerdo con información de autoridades ministeriales, Marín Torres tenía vigilancia desde hace 72 horas. En el operativo, participaron 11 unidades de la Agencia de Investigación Criminal del grupo de operaciones especiales.
“Le traíamos vigilancia desde hace tres días, se confirmó que estaba en la casa marcada y se ordenó el operativo. No hubo violencia, fue una entrega pacífica, sin ningún problema, estuvimos ahí como unos 40 minutos y salimos con el objetivo”, explicó uno de los agentes que participó en el operativo.
De acuerdo con lo reportado por las autoridades, el ex gobernador priista de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres, se encontraba desde hace una semana en el fraccionamiento de Cumbres de Figueroa, en Acapulco, Guerrero.
LA DETENCIÓN DE LIDIA CACHO
El caso de Mario Marín regresa la óptica mediática a 2005, año en que la periodista Lydia Cacho publicó “Los Demonios del Edén”, un texto en el que documenta el establecimiento de una red de pedofilía en México, donde el empresario Kamel Nacif, apodado “El Rey de la Mezclilla”, tiene un papel crucial en el tráfico y explotación sexual de niñas y niños. Aunado a esto, también deja ver que en el entramado existe un sistema de colaboración entre figuras políticas con los presuntos ilícitos cometidos contra menores.
Meses después de la publicación del libro, el 16 de diciembre de ese año, Cacho Ribeiro fue detenida en Cancún, Quintana Roo, acusada de los delitos de difamación y calumnia, por la Policía Judicial de Puebla. A la postre fue trasladada a la entidad gobernada por el priista para ser procesada. La periodista acusó que de camino a Puebla fue torturada psicológicamente por los elementos que la arrestaron, quienes la amenazaron de violarla.
Al llegar a su destino, la encerraron en un “calabozo inmundo” y le tomaron fotos desnuda al lado de un cuarto lleno de policías judiciales con una mampara transparente de por medio. El 17 de diciembre salió libre a las 15:00 horas (hora local), luego de pagar una fianza de 70,000 pesos en efectivo (alrededor de USD 7,000 al tipo de cambio de ese año). En menos de un mes, el 17 de enero, la periodista quedó exonerada de los cargos.
“Lo que se orquestó fue una orden de aprehensión artificial para tener la posibilidad de infringirme el mayor castigo posible; una especie de vendetta por haberme atrevido a hablar de los poderosos. El traslado, el despliegue desproporcionado de recursos policíacos, la tortura física y psicológica y el típico sabadazo que intentaban aplicarme formaron parte de una maquinación que solo puede explicarse por la ‘compra’ de la justicia por un particular”, relató la escritora sobre su experiencia.
A mediados de febrero del 2006 fueron difundidos los audios de las grabaciones telefónicas entre Mario Marín y el empresario Kamel Nacif, donde el entonces abanderado por el PRI aseguró haberle puesto un “pinchi coscorrón” a la periodista porque en esa entidad “se respeta la ley”.
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