La pandemia del coronavirus ha traído consigo iniciativas de ley de todo tipo en México...
Aprovechando la “nueva normalidad”, legisladores de los Estados han tratado de introducir proyectos de Ley que les garanticen su presencia ante los medios o, simplemente, que justifiquen por qué fueron elegidos para desempeñar su cargo.
Sin embargo, según ha informado el portal VC Noticias, que dirige el periodista Felipe Monroy, hay una iniciativa propuesta en el Estado de Quintana Roo (donde se encuentra el mundialmente conocido corredor turístico de la Riviera Maya, Cancún, Playa del Carmen y Tulum a la cabeza) que sobrepasa todos los límites que el asombro puede permitir ante un representante popular.
Se trata de la iniciativa de Ley propuesta el pasado mes de mayo y vuelta a proponer en agosto por parte del diputado suplente Edgar Humberto Gasca, en la que pide, ni más ni menos, que se incluya a la religión como “actividad potencialmente adictiva y peligrosa” para la sociedad de Quintana Roo.
Curiosamente, el diputado Gasca –quien ahora pertenece al partido gobernante en México, el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena cuando apenas en 2016 pertenecía al Partido Revolucionario Institucional, PRI– es presidente de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la XVI Legislatura del Estado de Quintana Roo.
Adicciones conductuales y de ingesta
Frente al aumento de las adicciones que ha traído consigo el confinamiento decretado por las autoridades federales y estatales en México, al legislador presentó una reforma a la Ley para la Prevención y el Tratamiento de Adicciones en Quintana Roo en la que divide en dos paquetes el tema de adicciones: las de “Conducta” y las de “Ingestión”.
En las primeras, las adicciones de “Conducta”, el diputado Gasca pone al mismo nivel (y, por lo tanto, con las mismas sanciones, porque no hay ley sin sanción) las adicciones al juego, al sexo, a las relaciones, a la religión, al trabajo, al internet y la codependencia.
Entre las adicciones de “Ingestión”, están las químicas, al alcohol o alcoholismo; a la nicotina o tabaquismo; a la marihuana, los sedantes hipnóticos, las anfetaminas, el éxtasis, la heroína , el opio o a la comida. Curiosamente –el diputado Gasca no está muy versado en ello—dentro de las conductas nocivas de “Ingestión” propone castigar a la anorexia…
Para el diputado Gasca la Ley anterior en el Estado “ha quedado corta en sus alcances”, no obstante haya entrado en vigor en 2012, pues solamente se enfoca a las adicciones a productos químicos o al alcohol y las drogas. Según Gasca, “hay otras conductas nocivas”. Propuso a sus compañeros diputados que le apoyen para reformar los artículos 2 y 10 de la Ley para la Prevención y Tratamiento de Adicciones del Estado de Quintana Roo.
Una de estas últimas “conductas nocivas”, en opinión del legislador quintanarroense, puede ser la religión, que, tomada en serio, según este hombre, puede derivar en “una enfermedad psicoemocional o trastorno debilitante», en una adicción «que es uno de los mayores peligros para la sociedad y las familias mexicanas».
¿La religión daña a la salud?
El punto central de la exposición de motivos de la iniciativa de Ley del diputado Gasca tiene que ver con «patrones desadaptados de comportamiento compulsivo de una conducta determinada y que repercute negativamente en las áreas psicológica, física, familiar o social de la persona y de su entorno» y pide que el Gobierno «apoye las acciones en contra» de las mismas.
En otras palabras, que el Gobierno de Quintana Roo encuentre, consigne y castigue a quienes trabajan mucho, a quienes están metidos en internet, a quienes comen lo suyo o a quienes tienen el “patrón desadaptado de comportamiento” de ir a menudo (demasiado a menudo) al templo y pedir a Dios que los ayude.
La propuesta de Gasca –de pasar a formar parte como Ley– obligaría a las autoridades del Estado del Caribe mexicano a promover acciones contra «cualquier actividad, conducta o relación que dañe la salud del individuo» e «informar a la sociedad acerca de la afectación biopsicosocial y los daños irreparables a nivel cerebral a consecuencia de las mismas».
¿Avanzará la iniciativa en el Congreso de Quintana Roo durante este período legislativo que comienza en septiembre? En tiempos de pandemia, nada se descarta. (Con información de es.aleteia.org)
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