Tras varios encuentros con los habitantes de la localidad, que en general dependen del sector agropecuario, el candidato de la Coalición “Va por Colima” lamentó que se hayan cancelado cerca de 500 programas que iban destinados a sectores básicos como la agricultura “es cierto que no se trata de subsidiar en todo al productor, ni de enseñarlo a producir, la gente de campo sabe hacer bien su oficio, pero sí se trata de respaldarlos para que su producto valga y que sea de la mejor calidad para su venta, pero además el apoyo para comercializarlo”.
Mencionó el especial afecto que tiene por la comunidad de Cofradía de Morelos toda vez que su padre Martín Pinto es ejidatario e incluso fue presidente del ejido de la localidad, “Soy orgullosamente hijo de ejidatario y además ingeniero agrónomo así que sé de lo que estoy hablando, sé de las necesidades que enfrentan y de la falta lo abandonados que se sienten ahora sin tener acceso a programas que les daban un pequeño impulso para sacar mejor el producto, para comercializar y que les generara una ganancia más”.
Calificó de lamentable que abanderando una palabra tan grande como “La Esperanza” se haya actuado de manera incongruente arrebatando programas que daban soporte al campo “tanto las comunidades rurales como Ixtlahuacán son eminentemente agrícolas y al desaparecer estos programas desparecen la esperanza del agricultor, desaparecieron el impulso necesario para enfrentar las extremas condiciones de pobreza en que vive el país”.
Se comprometió a que desde el Congreso del Estado legislará para bajar recursos necesarios y que estos lleguen a los ejidatarios para enfrentar los problemas que siguen enfrentando, desde implementos, fertilizantes y respaldo en comercialización “Ese es mi compromiso con la gente que me vio crecer, Martín Pinto no olvida sus raíces y mucho menos cuando la actividad agrícola ha sido mi cuna”.
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