En la recta final del gobierno de López Obrador, millones de mexicanos parecen haberlo entendido.
Sí, de manera simultánea, millones de demócratas de todos los rincones del país salieron a las calles de la capital y de más de cien ciudades para exigir, de manera pacífica, respeto a la democracia.
Y es que, a pesar del clima adverso, de la persecución de opositores, de la censura oficial y de la violencia sin freno, la de ayer domingo 18 de febrero fue una de las movilizaciones ciudadanas más numerosas en la historia.
Una protesta pacífica en defensa de nuestra democracia y de repudio a los afanes presidenciales de acabar con la democracia, de imponer una elección de Estado y de que se produzca un grosero Maximato.
Movilización pacífica que, sin embargo, contrastó con la respuesta autoritaria de un presidente que ordenó amurallar Palacio y que fiel a su estilo mentiroso, no solo insultó, sino que difamó y calumnió a los manifestantes que se volcaron a las calles para repudiar a un gobierno y a un presidente que atentan contra la frágil democracia mexicana.
Lo curioso del tema es que para este espacio no es ninguna novedad que López Obrador siempre apostó contra la democracia.
Siempre lo advertí desde el año de 2018; advertí que un eventual gobierno de López Obrador no tendría otro camino que el de una dictadura, que el rumbo era como Venezuela.
En ese tiempo no pocos lectores del Itinerario Político se escandalizaron por decirle pan al pan y vino al vino.
Me llamaron exagerado y que había perdido todos mis privilegios cuando nunca he tenido ninguno de ellos.
Peor aún, muchos colegas periodistas y profesionistas se escandalizaron por llamar “dictador” a López Obrador, en tanto que políticos y medios de comunicación de la 4T, así como los que se hacen llamar intelectuales, no se guardaban el adjetivo despectivo de “loco” para su servidor, cuando alguien les preguntaba sobre mis pronósticos de un eventual gobierno de AMLO.
Incluso, muchos de esos personajes aseguraban que López no llegaría a tal locura y que, una vez en el poder, se produciría una suerte de “autocontención” milagrosa.
Hoy México y el mundo saben que López Obrador es un peligro para la democracia mexicana, lo que aquí advertí hace casi siete años. ¿Lo dudan?.
Comparé a AMLO con el dictador Nicolás Maduro, el País estaba el riesgo y comenté que se corre el riesgo de tener un Hugo Chávez en México.
La Guardia Nacional, no tenían otra intención que reproducir la venezolana “Guardia Nacional Bolivariana”.
Muchos hacían caso omiso del grave riesgo de acabar con la división de poderes y someter a los poderes Legislativo y el Judicial, además de crear “una Fiscalía Carnal”.
Desde hace tiempo, se acuñó el concepto de “fiscal carnal” para describir a aquellos actores políticos que siendo procuradores de justicia y debiendo investigar delitos, evadían su responsabilidad cuando se trataba de familiares, amigos o recomendados de sus jefes y en contrasentido, abrían carpetas de investigación contra de líderes o personajes importantes de la oposición.
Por eso en la Ciudad de México se cerró la posibilidad de que Ernestina Godoy Ramos fuera ratificada como Fiscal.
En Morena hay una gran incongruencia, pues en público tiene un discurso y, en privado, actúan distinto.
Todos los sátrapas del centro y el sur del continente –Chávez, Maduro, Castro, Morales, Ortega y otros–, siempre prometieron que no se reelegirían y, en todos los casos, mintieron. Eso mismo hizo AMLO y comenzó con la revocación de mandato y no quita su pensar en la reelección, por eso inició la cacería con el INE, el Poder Judicial, los medios de comunicación independiente, incluso los ataques a la iglesia católica.
¡La dictadura ya está aquí!”. Y es que era evidente, para todo el que quisiera verlo, que se había montado un ejército de bots, en redes, para atacar a los críticos de López Obrador.
Se viene una elección de Estado, está en peligro la democracia, Morena, AMLO y Claudia buscan un fraude electoral porque saben que tiene un gran rechazo del electorado.
Por eso Xóchitl Gálvez fue a estados Unidos y España, para que los organismos internacionales vigilen la elección, manden observadores políticos, porque le quieren robar la elección.
Xóchilt es la ganadora de la contienda electoral, su agenda internacional, con la visita al Papa Francisco le da para ganar de forma contundente.
Sin embargo, AMLO hará todo lo que está a su alcance para no reconocer el triunfo y levantar la mano de Claudia Sheinbaum.
El pasado domingo 18 de febrero millones de mexicanos en todo el País salieron a marchar para defender la democracia, es decir, el triunfo de Xóchilt.
Buen día y gracias por leerme!!
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