Un mal gobierno puede condenar a México a 50 años de matones, de asaltantes, de tarugos, de tiranos, de ignorantes, de enfermos, de desesperanzados y de encabritados. Por eso, los electores deben tomar muy en serio quién será la próxima dueña de México y del destino nacional. No vaya a ser que se equivoquen, como ya les ha sucedido. No vaya a ser que los engañen, como ya los han timado.
Porque está comprobado que, en los asuntos de la política, al final de cuentas, todos tenemos la razón. Lo que nos distingue a unos y a otros es que algunos la tuvimos a tiempo, pero otros la tuvieron cuando ya no había ningún remedio.
EL DINERO, EL PODER
“El dinero no cambia a las personas, solo nos muestra quien en realidad son.”
“Y el poder no cambia a las personas, solo nos revela quienes son en realidad”.
Vemos candidatos que nunca antes estuvieron en política y quieren salvar el País, el Estado y el municipio, a estos no los conocemos, ahorita los vemos de buena gente, de ser nuestros amigos, pero cuando lleguen al poder se nos va revelar en realidad quienes son. Y también ganarán bien, por eso pelean el hueso. Así que tendrán dinero y poder. No hay que creer en todo, pero si ir a votar.
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