Gabino Cué Monteagudo, candidato de la coalición “Unidos por la Paz y el Progreso”, es el virtual ganador de la contienda electoral en Oaxaca, que de confirmarse, terminaría un periodo hegemónico de 80 años del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Cué Monteagudo, quien ganó en 2001 la ciudad de Oaxaca postulado por el Partido Convergencia, se proclamó ganador con base en las encuestas de salida y conteos rápidos presentados por diversas empresas encuestadoras, las cuales coinciden en darle una ventaja que fluctúa entre seis y ocho puntos porcentuales.
Resultados que el PRI refutó en voz del enviado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Carlos Jiménez Macías, quien afirmó en conferencia de prensa que “los votos los van a derrotar”, además de anticipar que llevarán ante los tribunales lo que consideran una violación, por haberse proclamado triunfador con base en las encuestas de salida.
En su oportunidad, Eviel Pérez Magaña, el candidato del PRI-Verde a la gubernatura, dijo que esperará a tener las actas de escrutinio en la mano, pues aun cuando respeta las opiniones de las empresas que dan ventaja a Cué, no coincide con ellas.
Lo mismo ocurre en Puebla, donde las encuestas de salida y el mismo Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con 52% de avance, daban como triunfador al candidato de la coalición “Comprometido con Puebla”, Rafael Moreno Valle Rosas.
A pesar de la marcada tendencia en su contra, Javier López Zavala, de la alianza “Puebla Avanza”, conformada por el PRI y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se autopro clamó triunfador y sus simpatizantes salieron a las calles a celebrar lo que consideraron sus triunfos.
Priistas se pusieron incluso playeras estampadas en las que se leía: “Ya ganamos”.
Son hasta ahora cinco los Estados que después de estas elecciones podrían cambiar su Gobierno local, de seguir las tendencias que hasta ahora han dado a conocer encuestas de salida y los Programas de Resultados Preliminares.
Dos de ellos pasaron del PRI a coaliciones integradas por Acción Nacional, Convergencia y por el Partido de la Revolución Democrática.
Tres entidades que estaban en manos de gobiernos opositores regresaron al PRI.
Y en Sinaloa, Estado priista, aún no se perfila un ganador claro, aunque había una tendencia a favor de Mario López Valdez “Malova”.
Puebla y Oaxaca pasaron entonces de ser gobernados por el PRI a las alianzas de oposición.
En cambio, el PRI retomó tres estados cuyos gobernadores no pertenecen a su partido; estos son Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas.
Los primeros son gobernados por Acción Nacional y el último por Amalia García, que pertenece al PRD.
Los gobiernos locales que el PRI retuvo son Chihuahua, Durango, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo.
Asoma un nuevo país
Quién gana y quién pierde
1. El PRI mantiene sus 19 gubernaturas, con lo que supera ampliamente al PAN con cinco, y al PRD con la misma cantidad.
La sorpresa es que la Alianza que encabezan el PRD y el PAN fueron capaces de arrebatarle al PRI Estados clave como Puebla y Oaxaca.
2. El PRI pierde peso en los presupuestos estatales de cara al año 2012.
Antes de la contienda controlaba 641 mil millones de pesos, lo que representaba más de 58 por ciento.
Tras la justa electoral, el PRI dispone de 570 mil millones (11% menos), el PRD con 250 mil millones y el PAN con 179 mil millones.
Así también, la Alianza tendrá acceso a recursos que ascienden a casi 85 mil millones de pesos que “despojaron” al PRI.
3. El PRI sigue siendo la primera fuerza nacional en población gobernada con 57 millones de personas, detrás el PRD con 20 millones y después el PAN con 19.
La Alianza se acerca al tricolor al incorporar siete millones 200 mil personas gobernadas tras las victorias en Puebla y Oaxaca.
4. Si las tendencias del PREP y el conteo rápido de Consulta Mitofsky se confirman en Sinaloa, la Alianza podría obtener 29 mil millones de pesos más de presupuesto y elevar su población gobernada en dos millones 600 mil.
La jornada en claves
1. En Zacatecas, la pugna entre el senador Ricardo Monreal y la gobernadora Amalia García arrebató al perredismo uno de sus bastiones fundamentales.
Si hubiera habido alianza PAN-PRD-PT como en otros Estados, el triunfo sería innegable para la izquierda.
2. Las victorias en Puebla y Oaxaca le dan la razón a las dirigencias del PAN y el PRD que apostaron a la unión ante la aplanadora priista de 2009.
Las alianzas al margen de los partidos también funcionaron, como es el caso del acuerdo entre Ricardo Monreal y Miguel Alonso Reyes, candidato del PRI, y virtual gobernador de Zacatecas.
El siguiente objetivo de las alianzas, que algunos llamaron “contra natura”, será ganar la elección del Estado de México, clave para la elección presidencial de 2012.
3. Los Estados azotados por la violencia, como Chihuahua o Tamaulipas, votaron abrumadora mente por la continuidad del PRI.
4. Gabino Cué puede ser considerado ideológicamente cercano al PRD y Convergencia, partido del que fue alcalde de Oaxaca de Juárez.
Sin embargo, habrá que decir que, en 2004, ya había liderado una coalición con el apoyo presidencial de Vicente Fox y de la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo.
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