Héctor Avila Vázquez
Pensiones o corralones de automotores averiados por choques, detenidos porque sus conductores cometieron faltas administrativas o por que son sospechosos de par ticipar en delitos, están bajo sol, lluvia, entre polvo y lodos, entre árboles y escombros, violentando las leyes de salud pública, ecología, seguridad, transporte, derechos humanos y patrimonio en afectaciones directas a sus propietarios.
Pensiones o corralones de automotores averiados por choques, detenidos porque sus conductores cometieron faltas administrativas o por que son sospechosos de par ticipar en delitos, están bajo sol, lluvia, entre polvo y lodos, entre árboles y escombros, violentando las leyes de salud pública, ecología, seguridad, transporte, derechos humanos y patrimonio en afectaciones directas a sus propietarios.
Cada dia, se cobran entre 30 a 50 pesos diarios por "la pensión", nadie - a excepción de los empleados- pueden ingresar a los corralones depositarios de vehículos, es una prohibición para evitar que se ventilen las condiciones en que tienen a los automotores, que cada dia que pasa, los vehículos en buen estado, resienten deterioros en neumá ticos, pintura, interiores, motores, etc.
El proceso burocrático para recuperar el vehículo "pensio nado" es dilatado y abrumador, idas y regresos por documentos que no son solicitados " en paquete" para evitar pérdidas de tiempo y de dinero.
Motocicletas, autos moder nos, autobuses, camiones de carga, contenedores, camio netas que han sido infraccio nados por la Policìa Federal Preventiva y arrastrados por grùas hacia los corralones, forman parte de un probable contubernio entre autorida des federales y del Estado, que deja miles de pesos a quienes manejan las "pensiones" y a quienes las protegen.
No hay forma de reclamar, no hay manera de defender lo defendible, es la ley del policia federal preventivo , y del dueño de la pensiòn o corralón.
Mientras que los dueños empeñan hasta el corazón por tener dinero para cubrir los excesivos gastos, el vehículo detenido, registra los estragos del tiempo, sin contar, los daños ocasionados por descuidos de empleados, pérdidas de. accesorios entre otras situaciones más que se pueden aprovechar, como son las ventas "por abajito del agua" de partes del motor.-/ Héctor Raúl Avila Vázquez.
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