jueves, 26 de noviembre de 2020

Que el único contagio sea el amor, la felicidad y la paz

Poca veces escribo en mi columna temas relacionados al amor, la felicidad y a la paz, pero nace de la necesidad diaria, y hoy ante los contagios de Covid-19, puede tener más trascendencia hacerlo en estos momentos que en otros el hablar de amor, felicidad y paz, por dos razones, más gente nos lee al no poder salir mucho de casa, tener más tiempo de leer medios de comunicación y porque el coronavirus nos hace pensar más en nuestro prójimo, pues a todos nos duele cuando alguien enfermó o murió.
Seguro estoy, que todos deseamos que las familias se vuelvan a unir, que los amigos se vuelvan a encontrar, que las personas se puedan abrazar y que lo único contagioso sea el amor, la felicidad y la paz.
Lo inseguro, enfermo y de odio se quiere apoderar del mundo.
Nuestra nación dividida debe darnos consciencia, somos seres a imagen y semejanza de Dios que nos permite pensar, ser inteligentes y sobre todo reconocer el bien y el mal.
Debemos rodearnos de gente virtuosa, para crecer en el amor, en la felicidad y en la paz.
Cuando fui invitado, primero a un encuentro de matrimonio, después a dar la charla, entre varios temas me tocó hablar del amor, y ahí leí, estudié y aprendí que la máxima expresión del amor es la caridad.
Un sacerdote dijo que hay dos tipos de caridad, la que das en especie y la que das en el trato.
Niégate a satisfacer tu voraz egoísmo.
Haz la ofrenda de tu corazón sirviendo, con generosidad, a quienes soliciten tu ayuda.
Dios nos invita a compartir lo que podemos sin esperar algo a cambio.
Si el hombre quiere ser feliz, no debe olvidar que la felicidad es el resultado de una conquista primero sobre él mismo y luego sobre un mundo.
Para cambiar el mundo, primero cambiar yo.
Lo único que el hombre necesita para ser feliz es valorar cada etapa de su vida y desprenderse de las cosas innecesarias.
Finalmente, Jesús le dijo a los Apóstoles, la paz esté con ustedes.
Hoy en día los cómicos se burlan de la paz, con doble sentido dan entender que la paz, la mujer este con todos nosotros.
Las graves ofensas a Dios, nos dan un lugar difícil para desenvolvernos y en mi opinión solo deseo que podamos reflexionar sobre el amor, la felicidad y la paz.
Buen día y gracias por leerme!!

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