Indignación, molestia, impotencia, miedo y temor, son parte de los sentimientos encontrados que, como muchos colimenses, viven hoy los vecinos de la colonia Placetas. En los últimos meses en el lugar han aumentado los robos a negocios y casa habitación, además de los asesinatos, entre ellos el cometido ayer por la noche contra el padre del templo Cristo Rey, José Flores Preciado.
Ante ello, algunos de los colonos no descartan que sea necesario tomar armas y machetes y defenderse contra los delincuentes, como ha sucedido en Guerrero y ahora en Tecomán, tras el asesinato de la niña de 11 años; sin embargo considera que más que todo es necesario exigirle a las autoridades que cumplan con su obligación y le proporcionen al pueblo la seguridad y tranquilidad que tanto se necesita.
"Sí hay miedo y temor, porque uno habla con las autoridades y es como si no escucharan", dice Raúl Heredia López, quien lleva cerca de 15 años viviendo en Placetas y puede observar notablemente la diferencia de cómo se vivía hace una década en comparación con la de ahora.
Sin embargo considera que el tomar las armas, como machetes, no sería bueno, "o al menos por ahora no sería necesario, pero como están las cosas a lo mejor vamos a llegar a eso", expone para Avanzada en un sondeo realizado con habitantes de la zona que rodea las instalaciones de la iglesia católica.
Indignación e impotencia, también se vive aquí, añade María Guadalupe Zárate García, "cómo es posible que le hagan eso a ese pobre señor, ya grande, anciano e inocente".
Mantiene que hace casi 40 años, cuando llegó a la colonia, no había nada de delincuencia ni de eventos lamentables como los sucedidos en los últimos peses, pero, "ahora hay mucha inseguridad, mucho miedo se siente en las calles. Además de la indignación por ese tipo de asesinatos, ya nos puede tocar a todos, si eso le hicieron al sacerdote, una persona buena y ya grande; qué podemos esperar nosotros".
Sobre el tomar machetes, dice que siente que no sería adecuado, "pero a lo mejor la gente que ya está molesta puede repetir lo que ocurre en otros municipios de Guerrero, porque se ocupa que haya justicia", advierte la señora María Guadalupe.
Por su parte Miguel Alcocer, quien trabaja en una planchaduría de la zona, reconoce que "la inseguridad está muy fea, y más en esta colonia que no hay mucha seguridad. Hay preocupación porque no sabemos si estamos seguros o no, además de indignación por lo que acaba de ocurrir en la iglesia".
Comenta que hace falta más vigilancia, porque en esta colonia no hacen recorridos como en otros lados, "aquí rara vez se ve un policía, y si acaso pasan pero no se dan cuenta de lo que ocurre".
Refiere que más que tomar machetes para defenderse de la delincuencia, "lo que se ocupa es que la procuraduría y las autoridades de seguridad se pongan a trabajar, que estén más al pendiente y haya más coordinación entre ellos".
Pero parece que las autoridades no hacen absolutamente nada, lamenta Alejandro Badillo al recordar que hace algunos meses atrás acudió a la colonia el titular de Secretaría de Seguridad Pública, Raúl Pinedo, "pero no han hecho nada. Ya se han metido a robar dos veces aquí y nada hicieron".
El vecino tiene un negocio de marcos en Placetas, cerca del templo Cristo Rey, y comenta que ayer que asesinaron al sacerdote estaba la patrulla y pararon a su hijo, "lo que demuestra que los policías andan siguiendo a las personas inocentes en vez de a los delincuentes, esto quiere decir que no están haciendo su trabajo".
Hay un miedo enorme, coincide con sus vecinos, "un temor de que te lleguen. Si este señor, sacerdote, que era un alma de Dios, humilde el señor, lo matan adentro de la iglesia; si le hicieron eso, qué nos espera a nosotros".
Ante la falta de atención por parte de las autoridades, Alejandro Badillo considera que es urgente que alguien haga algo, "ya sea civil, militar o los policías, pero que hagan algo", dice al exponer que por la colonia pasan las patrullas pero ni siquiera voltean para acá, "si están violando o matando a alguien aquí no se van a dar cuenta, van como los toros, no voltean para nada".
Hace falta mucha seguridad, añade, "porque estamos a la mitad del camino, aquí al que se le antoja llega te roba, te amaga y te mata, aquí lo vimos anoche (…). Se ocupa exigir a las autoridades que cumplan con sus obligaciones, qué caso tiene seguir pagando impuestos si no te dan resultados. Hace falta exigir, no pedir, porque ya se pidió mucho tiempo y no hubo respuesta".
Socorro Benitez recuerda que hace algunos años no se vivían estos hechos en la colonia, pero ahora el problema se ha agudizado, "y quién sabe, a lo mejor ya hasta hay gente que está preparada. No sé si con machetes o no, pero como está la cosa ya no se sabe qué hacer".
Mientras, a las afueras del templo Cristo Rey, donde fue asesinado ayer el sacerdote; se leen dos pancartas donde se avisa que "el cuerpo del padre José Flores será velado en la parroquia de San José". (Avanzada)
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