El rector de la Basílica Menor de Colima, Jesús Mendoza Preciado, dio a conocer que el padre José Flores Preciado, asesinado hoy en la madrugada en el templo Cristo Rey, había sido amenazado y lo intentaron extorsionar en los últimos meses.
En entrevista, Mendoza Preciado señaló que es un hecho lamentable que se pierda la vida de un sacerdote de esa manera, al igual que cualquier vida humana “según he sabido, fue un intento de asalto, vivía solo, dos seminaristas lo acompañaban y todavía no llegaban ahí”, dijo.
El padre José Flores Preciado nació en Tuxcacuesco, Jalisco en 1929, tenía 83 años, fue ordenado sacerdote el 16 de abril de 1961 en Colima.
“No nos queda de otra más que pedirle a Dios que perdone a los asaltantes y que se lleve al Padre José a gozar de la felicidad eterna”, dijo el vocero de la diócesis de Colima.
Describió que su cara estaba desfigurada a consecuencia de la golpiza que sufrió, y que por su condición física y edad, no intentó defenderse.
Declaró que en noviembre pasado solicitaron el apoyo de la Procuraduría de Justicia del Estado (PJGE) a raíz de varias denuncias por extorsión y secuestro contra 7 sacerdotes, incluido el padre José Flores Preciado.
“La procuradora (Yolanda Verduzco) fue a Suchitlán, nos platicó sobre esos casos de violencia, cómo estar alerta sobre todo a las llamadas telefónicas porque para varios sacerdotes han sido efectivas, porque hablan, los amenazan y tienen que depositar cierta cantidad de dinero si no, así les va”, aseveró.
Mendoza Preciado precisó que sólo hay un caso de secuestro en la diócesis “Le dijeron al Padre: o te sales, o así…”.
Reiteró que el padre José Flores había comentado que hace algunos meses había sido amenazado por teléfono para que entregara dinero; a raíz de esa denuncia fue que se determinó que dos seminaristas vivieran con él “Se dio el caso de varios sacerdotes, y algunos cayeron en la trampa”, puntualizó.
El obispo de Colima José Luis Amezcua Melgosa acudió inmediatamente al hospital donde era tratado médicamente y ofrecerá una misa en su honor una vez que se acuerde con los familiares su organización.
El último padre asesinado de la diócesis de Colima fue Juan Campos en 1954 en Coahuayana, Michoacán. (Colima Noticias).
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