Javier Montes Camarena.-
El PAN y sus demonios
La acción sin cordura es siempre desastrosa.. Lin Yunang
Déjenme decirles que el Partido Acción Nacional (PAN) está de fiesta (en esas ha andado últimamente) celebrando el 75 aniver sario de su fundación un 14 de septiembre de 1939, buscando que los mexicanos ejercieran su soberanía me diante el voto ciudadano respetado, y se limpiara la vida política sujeta enton ces a la voluntad del Presidente de la República en turno.
Culminó así un esfuerzo de nueve años atrás de su fundador el maestro Manuel Gómez Morín.
¿El PAN un partido sin clase?
No se malentienda la expresión.
Pese a su larga historia de 75 años, Acción Nacional no ha logrado integrar una clase gobernante, sin embargo, su forma ción lo colocó 12 años en la Presi dencia de la República con una conside rable cantidad de Gobernadores y presi dentes municipales sin que hasta la fecha el panismo cuente con auténticos cuadros de gobierno o verdaderos políti cos con capacidades extrasensoriales para gobernar, legislar en el Congreso o en la Cámara de Senadores.
Más allá de este caso, llama la atención el actuar del Partido Acción Nacional en nuestro Estado, en donde las cosas en materia de escándalos no cantan mal las rancheras a lo actuado por sus mayores, lo que obliga a revisar que va ocurriendo con él. Sobra decirlo, en el caso de Manzanillo donde gobiernan los azules el municipio más grande del Estado, el PAN ha sido incapaz de formar, educar, cuidar y vigilar cuadros políticos, administrativos y parlamentarios y un partido así, tiende a verse disminuido.
Es claro que Acción Nacional en el puerto, arrastra una crisis de una dimensión superior a la que advierten sus propios cuadros y militantes, divididos, confron tados, sumidos en la corrupción, sin ban deras y lo que es peor, transitando en un romance político con actores políticos del PRI local lo que lo desdibuja y lo coloca en una situación política de incertidumbre.
La situación es grave, porque muchos azules no entienden la doctrina panista y en más de un caso, ni siquiera saben para qué quieren el poder.
La derrota cultural del panismo porteño es cada día más evi dente y es aquí don de la dirigencia vir tual de Acción Nacio nal debe predicar con la convicción de sus principios, desa fortunadamente la pobreza política de su dirigencia, los confronta más.
Podría argumentarse falazmente que es mejor mirar hacia adelante pero, si de eso se trata, el presente también reporta viejos vicios de corrupción en varios panis tas que aspiran a seguir disfrutando el bono democrático en el 2015.
El influyentísimo, la soberbia y las maja derías de personajes como la legisladora local Gabriela Benavides Cobos, la corrup ción y la prepotencia del regidor Alejan dro Mono García o el vede tismo de la diputada local Gretel Cuiln que muy poco aporta a una causa como la panista que se dice humanista y libertaria y que animaron la creación de ese partido.
No se puede decir que en Manzanillo el PAN transite por una democracia interna consolidada.
Parafraseando a Bill Clinton, diríamos: “¡es la política, estú pido!”, pues se está fallando la forma de hacer política ya que son cotidianos los desencuentros, los pleitos, las divisiones, la corrup ción de muchos y muchas panistas acompañados de su progenitora, la impunidad.
No hay respuesta para este problema, es recurrente entre panistas de viejo y nuevo cuño, la certeza de que la corrup ción es el cáncer que ha erosionado las bases doctrinarias del PAN.
Hace muchos ayeres el PAN era el partido de la gente decente, hoy esa frase esta abollada, borrada, deslustrada con la llegada de panistas arribistas que asu men la exasperante actitud que los sajo nes designan como “holier.thanthou” (Soy más puro que tú) exhibiéndose como hipócritas santurrones, sobre todo, quien la asume poniéndose encima de los demás, a los que considera inferiores e indignos de su trato.
Así se las gastan algunos panistas en el puerto como el síndico Gonzalo Medina, quien piensa que las escrituras de ese partido le fueron concedidas.
A panistas de nuevo cuño como el regidor Alejandro Mono García, se sienten invul nerables, piensa que a él no lo obligan las normas de la moral, la honradez y la decencia y si a eso se añade su acendrada corrupción, ya se adivinarán las conse cuencias.
Bien decía el maestro don Andrés Serra Rojas: en política, el triunfo es como el bautizo: borra todos los pecados”.
Tratándose del PAN fue al revés: los triunfos de la Presidencia de la República lo pusieron en el camino del pecado. Cuando empezó a ganar empezó a perder.
De las aspiraciones y posibilidades políticas del alcalde Virgilio Mendoza Amezcua hablaremos en otra entrega, ya que su circunstancia política gira en torno de una galaxia muy complicada pero de la cual pueden desprenderse dos caminos: el éxito o el fracaso.
Si Carlos Castillo Peraza viviera diría: si el PAN pierde la elección municipal en el puerto, habrá una purificación, porque se van a ir muchos parásitos.
Y sí, el PAN necesita purificarse.
Ahí se ven.
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