viernes, 4 de abril de 2014

PECATAS MINUTAS

Prof. Gilberto Moreno Larios
Para lo que sirve la mentada alternancia
En el estado de Colima pero principalmente en el municipio de Villa de Álvarez, la alternancia entre el PRI y el PAN ha servido para maldita la cosa, es decir, como gobernantes parecen todos cortados con la misma tijera sin tener marcadas diferencias. 
Desde el año de 1997 cuando ganó la alcaldía Jesús Dueñas Llerenas, se ha venido dando un intercambio de regímenes entre azules y tricolores a razón de uno me toca a mí y el próximo te tocará a ti, como si se pusieran de acuerdo. 
Dueñas Llerenas, el Técnico Ganadero Zootecnista egresado de la Universidad Autónoma de Chihuahua, y metido a político nomás porque tenía facilidad de palabra, se convirtió en el primer alcalde panista del municipio. Este acontecimiento llenó de esperanzas a la población cansada siempre de lo mismo y de lo mismo. Pero no pasó nada, el gobierno del señor Jesús (Dueñas) resultó igual de descolorido que sus antecesores. Además, los priistas se encargaron de atravesarle piedras en el camino para hacerle el trabajo más difícil. Le organizaron una huelga de trabajadores que duró casi todo el régimen, y estuvo “apoyada” ni más ni menos que por los trabajadores del municipio de Tecomán, priistas también. Hágame el favor, los iguaneros en el municipio de los sopes, “peleando” causas ajenas. Así pasó su trienio sin pena ni gloria entre estiradas y aflojadas. 
Estos acontecimientos, históricos para el municipio, suscitaron una cadena de rencores entre los dos partidos. Y la mentada alternancia les ha servido para, cuando están en el poder, sacarle los trapitos al sol a los contrarios, burlarse de sus obras, deshacer lo que está construido, criticar sus formas de gobernar y cambiarle nombre a las avenidas, según los designios de su santa inspiración. Así, aunque parezca que estamos hablando de niños de tercero de primaria.
Los alcaldes en turno, sean azules o tricolores, empiezan a señalar con índice de fuego lo que hicieron los anteriores y sin más, acaban con lo poquito que se había hecho. 
El tercer aniño periférico, que abarca los municipios de Colima y Villa de Álvarez, es la obra que más ha sufrido los embates desquiciados de estos dos partidos. En el tramo correspondiente a La Villa, se le impuso primeramente el nombre del malogrado panista Manuel Clouthier; después llegó un alcalde priista y lo cambió por el de Fernando Moreno Peña. Cuando llegan los panistas nuevamente al poder dijeron: “¡Qué Fernando Moreno ni que la fregada!, aquí se llama Manuel Clouthier”. Y le volvieron a llamar así. Pero que vuelven a ganar los priistas, por medio del alcalde de “fierro” Quique Rojas, ¿Y qué creé…? Que le ponen el nombre de otro priista, ya no del anterior. Quién sabe por qué no les gustó el de Fernando Moreno Peña, y ahora le pusieron el del ilustre colimense Miguel de la Madrid Hurtado. Y así se la han pasado, todavía sin concluir al cien por ciento la obra, porque le faltan muchos señalamientos y semáforos apropiados, pero la maldita obra ha cambiado de nombre cuatro veces a lo largo de su efímera existencia. La verdad ya no sabemos si ponernos a reír o a llorar por semejantes niñerías.
Otro botón de muestra lo tenemos en el casino de la feria. Cuando llegaron Quique Rojas y sus achichincles, dijeron: Esta obra no sirve, y la empezaron a desnudar de las lonas con las que estaba cubierta. Dejaron el puro esqueleto de herrería. Era una obra parecida a los toldos que se usan en los patios de las escuelas, que son tubos de hierro recubiertos con lonas estiradas, lucen bien, tienen un toque modernista. Por su altura parecía que era un lugar muy fresco y muy propio para las borracheras que se dan en días de fiesta, y que la gente conoce como recibimientos. Pues así de fácil dejó de utilizarse. Dijeron que la estructura estaba dañada y corría el riesgo de caerse, sin embargo ahí sigue convertida en elefante blanco, desafiando los argumentos de los tricolores. No se ha caído.
Lo mismo pasó con el Angelito de la Independencia. El regidor Petronilo Vázquez (verde ecologista, pero priista de corazón) se mofó ante la prensa diciendo que el monumento era de un material tan simple como la fibra de vidrio y no de bronce como “nos hicieron creer”. Y haciendo alarde de desprecio, lo bajaron de su pedestal con el cuento de ampliar la avenida y, según ellos, para que no se dañara. No obstante, el trato fue tan rudo, que al pobre angelito se le dañó uno de sus pies. No sabemos si lo vayan a colocar nuevamente con la debida restauración o simplemente lo embroquen en un camión de la basura. 
Para eso sirve la alternancia, para tirar a la basura el dinero del pueblo.

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