martes, 27 de enero de 2015

Elecciones bajo sospecha

Desde que comenzamos el año 2015, para miles de colimenses, las elecciones están bajo sospecha, ya todo es una duda por lo que se dice, se rumora y hasta se publica. Es decir nada está escrito para nadie.
Esas opiniones son una hipótesis, porque son conclusiones de pasadas experiencias, no son versiones personales para alcanzar un cargo o para beneficiar un grupo, ni tampoco para confundir, tan es así, que en algunas publicaciones se menciona lugar y tiempo, nombres y apellidos, fracasos y triunfos, advertencia y consejo.
En lo personal siempre he mencionado que en cada elección los escenarios políticos cambian, a unos les beneficia y a otros los deja frustrados, por ejemplo, el PRI no cuenta con el efecto Peña Nieto, tampoco el PAN con el gran fenómeno de FOX y sus amigos, mucho menos el fenómeno López Obrador existe para el PRD.
En Colima no tenemos el fenómeno Gustavo, ni el VA DERECHO, ni al polémico Moreno Peña. Hoy todos comenzarán de cero una vez registrados todos los candidatos.
Hoy más que nunca el pueblo ya despertó, se logró inquietarlos y cada día que pasa obtendrán mayor información para que cuando lleguen a la urna a emitir su voto lo hagan por el mejor o en el último de los casos, como decía Roberto Nieto Carrazco, que gane el menos peor, esto a raíz de la inconformidad 
ciudadana donde gana terreno el abstencionismo.
Pero han existido fenómenos políticos que arrasan con todo, incluso dejan a un lado el abstencionismo y salen a votar con la esperanza del cambio porque si les agradó ese candidato, su planilla, sus coordinadores y hasta sus guaruras, o sea el partido que tenga un genio para incluir a todos en buenas posiciones será quien triunfe en unidad.
El 7 de junio próximo, se supone que es motivo de entusiasmo cívico entre los ciudadanos deseosos de ejercer el sufragio efectivo y que cuando se dice “No Reelección”, incluye “No Chapulines” para los casos actuales disfrazado de legalidad.
Lo que podríamos esperar bajo condiciones democráticas debe ser una lucha abierta y transparente, con exposición de propuestas para solucionar los problemas que aquejan a la sociedad, que se presente a hombres y mujeres con perfiles acordes del cargo con su oficio, profesión o quehacer cotidiano y no de improvisados que rayan en la desfachatez administrativa por la falta de preparación, su ignorancia, torpeza y flojera que le genera un déficit financiero al gobierno-pueblo.
Y es que el pueblo, ya se cansó, está agobiado, decepcionado e irritado que lo único que hace actualmente es usar las redes sociales y los medios de comunicación para expresar su sentir, y hay de aquel que lo ignore, porque tarde o temprano a cada Santo se le llega su fiesta.
Las designaciones, fundamentalmente las malas por conocidas ponen en riesgo cualquier triunfo, de cualquier nivel o hasta de carro completo. La militancia y el elector están al margen en espera de quienes son los ungidos para saber que camino se tomará y se debe considerar algunas buenas propuestas por conocer, pues nada está escrito, nada está ganado, vamos a comenzar de cero, así lo marca la historia política de Tecomán, la prueba es la alternancia, no podemos confiarnos y deberá salir, sin engaños para nadie, los mejores hombres y mujeres del partido que comulguen totalmente con la gente, que tengan trabajo en la sociedad que es la cercanía, porque el elector quiere tener amigos en el gobierno para que le ayuden a resolver los problemas.
El reclamo popular son la inseguridad, el desempleo, la desigualdad y pobreza, por ello el pueblo exige que los próximos alcaldes, diputados y miembros del cabildo sean auténticos liderazgo, servidores por naturalezas, no oportunistas ni financiados por el gobierno, la gente no está ciega y todo eso ya lo sabe.
En un Estado tan pequeño como Colima de todo se enteran. Y en un municipio tan pequeño, todos nos conocemos y saben hasta con quienes se rozan de día y de noche.
Pero también existe la división interna porque no hubo acuerdos y no fueron incluidos todos, motivo por el cual nadie debe olvidar la democracia y la justicia, sobre todo está última donde muchos consideran injusto imponer a alguien que cuenta con menos méritos que otros o en el peor de los casos, que se usó el erario público para hacerle campaña, esto también lo saben.
No me resta más que dejar de lado éste tema en mis próximas colaboraciones, en espera de que las decisiones y designaciones sean las correctas, porque ya no son tiempos de cuotas de poder, son las elecciones más complicadas de toda la vida política estatal, todas han sido difíciles, pero están son aún más.

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