El lunes estuvo en Colima la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Lorena Cruz Sánchez, quien aseguró que en el Estado no existen violaciones sistemáticas para emitir la cacareada Alerta de Violencia de Género.
Sin explicar a fondo la situación, casi aseguró que en Colima gozamos de un paraíso de igualdad de géneros.
Alabó el gobierno de Mario Anguiano en materia de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Bueno, hasta firmó un convenio de colaboración al que nombraron “Declaración por la Igualdad entre Hombres y Mujeres”, y aseguró que el gobierno del Estado cuenta con magníficos programas en lo que al tema se refiere.
La señora Cruz Sánchez aseguró que para emitir la Alerta de Violencia de Género, es necesario todo un proceso donde intervienen investigadores, peritos y científicos tanto nacionales como extranjeros; que es un procedimiento muy largo y escabroso; que no es nomás declarar por declarar cuándo una Entidad del país, deba catalogarse en esa situación.
Es decir, que vino a decirles a los colimenses que, “no es nomás enchílame otra”.
Es más, para que se den una idea de lo bien que andamos en cuestiones de igualdad de género, y para demostrarle a todo México que Colima es un paraíso terrenal en esos asuntos, la señora presidenta del Inmujeres, pidió humildemente a nuestro Gobierno Estatal, compartir las prácticas que aquí se realizan para ponerlas como ejemplo en todo el país, y que las demás Entidades nos copien todo lo que realizamos nosotros en esa materia tan desacreditada en el resto de la República.
¿Cómo la ven?
La respuesta no se hizo esperar.
Al siguiente día, las declaraciones de doña Lorena Cruz Sánchez, fueran echadas por los suelos por grupos feministas, de esos que abundan en el Estado; pues estos grupos afirman que sí existe una violación a los derechos de las mujeres.
Las señoras que encabezan estos grupos, profundamente indignadas, aseguran que las cosas no están como las pintó Cruz Sánchez, que la única verdad que reina en Colima es el testimonio de los colimenses y que esa señora no tiene porqué venir a decirnos cómo estamos, pues ella no lo sabe porque no lo ha padecido en carne propia.
La molestia de las feministas llega a tal grado, que en coordinación con el Centro de Apoyo a la Mujer y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos que encabeza el Lic. Roberto Chapula, inmediatamente enviaron una carta al presidente Enrique Peña Nieto para pedirle que la señora en cuestión, explique y aclare de manera pormenorizada esas declaraciones que vino hacer ante los colimenses.
Y también le piden en la carta, que no nos estén mandando a ese tipo de personas, que en lugar de hacer un bien a la sociedad colimense, resultan nefastas por la ligereza de sus declaraciones.
Otro punto importante que los grupos feministas resaltan es que la declaración de Alerta de Género no se ha dictaminado todavía; y aunque es verdad que el proceso es largo y abrupto, no corresponde a la señora Lorena Cruz Sánchez informar si procederá o no, como lo hizo ante la opinión pública; para eso están las dependencias correspondientes.
También, para remarcar su postura, y para demostrar que en Colima las cosas están mal, estos grupos feministas afirman que en los últimos diez años se tienen contabilizados 101 feminicidios dentro del Estado, casi todos coincidentes en la forma como fueron ejecuta dos, lo cual habla de que sí existe una violación sistemática.
Lo malo de todo esto, es que la parte oficial esté negando la situación real.
Tal parece que la señora del Inmujeres fue enviada por el Gobierno Federal para decirnos que estamos marchando bien, pero, la verdad es que no nos hace falta que nos envíen emisarios desde allá, pues con el gobierno de aquí tenemos suficiente para saber que ya casi no hay delitos de alto impacto, que disminuyen los secuestros y levantones, que casi no hay robos a mano armada, que han bajado los robos de autos y a casa habitación, que ya no asaltan a los Kioskos, en fin, que todo vuelve a ser como antes: un Colima tranquilo, en paz y amodorrado.
Si a eso vino la señora, mucho le agradeceremos que no vuelva a venir.
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