OPINIÓN Teléfono Rojo/José Ureña Archivo 21:03 José Ureña/Quadratín -A A
+ La primicia dada aquí desde noviembre se ha cumplido con religiosidad: -Todos los candidatos a gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) serán de unidad.
Anoche comenzó a construirse, por ejemplo, el tramo definitivo para postular al abanderado en Colima, donde sólo quedan dos prospectos: el subsecretario de Comunicaciones, José Ignacio Peralta, y el alcalde de Colima, Federico Rangel Lozano.
No es una designación cualquiera. Quienes conocen a Mario Anguiano hablan de un gobernador colérico, empecinado en imponer a Rangel Lozano aunque esté Los Pinos al frente del impulso a Peralta.
No sería su primer berrinche contra el gobierno federal.
El riesgo para el priísmo y para la residencia presidencial sería postular a alguien sin el respaldo local y sufrir traiciones definitorias en las elecciones de junio próximo.
Si tal posibilidad existiera, cabe una anotación: Enrique Peña no es Felipe Calderón y si en el pasado obtuvo recursos a base de presiones y amenazas, los tiempos y el modo de hacer política han cambiado.
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