Por: Javier Montes Camarena
Mario y Fernando jalaron la cadena
La política sin cordura es siempre desastrosa
Déjenme decirles que de tanto descalificarse e insultarse Mario y su PRI y, Fernando, el del otro PRI, se partieron en dos, le jalaron tanto a la cadena que están enviando al drenaje no sólo sus ambiciones personales sino a sus “recomendados”, por un lado Federico Rangel Lozano (el más perjudicado), por otra parte, el sobrino incómodo, José Ignacio Peralta Sánchez.
Como todo Colima sabe el pleito entre estas dos facciones priistas es público y de pronósticos reservados, hoy en las calles aparecen dos grupos políticos enfrentados, dos proyectos sin futuro, dos ambiciones irreconciliables que obedecen respectivamente a Mario y a Fernando quienes practican la política del odio.
A unas cuantas horas de la decisión del CEN del PRI para nombrar a su candidato en Colima las expectativas políticas de Federico Rangel y Nacho Peralta se van yendo al caño, sus “padrinos” han jalado demasiado la cadena y sus aspiraciones van rumbo al drenaje, las diferencias de Mario y Fernando van a pasos agigantados, han reventando la civilidad política al interior del tricolor colimense, ambos, han dinamitado sus propias ambiciones. Hoy, ni Federico Rangel ni Nacho Peralta le dan certidumbre a un priismo hoy dividido y confrontado que ha activado la destrucción de sus posibilidades electorales para retener la Gubernatura de Colima.
Pero no sólo son Mario y Fernando los promotores del pleito, el alcalde Federico Rangel y el subsecretario de Comunicaciones, José Ignacio Peralta Sánchez también han contribuido al enrarecimiento de la actividad política al interior de su partido, no han sabido estar a la altura de la circunstancia política que les ha tocado vivir, ambos aspirantes han repetido una y otra vez el choque de trenes, son comunes sus desencuentros y pleitos, por ello, la sociedad, los ve con desánimo y desconfianza.
Es probable que en las próximas horas Mario y Fernando utilicen su arsenal de descalificaciones apostándole al peor rostro de la política priista, en pocas palabras, estamos cerca de asistir a la perversión de la lucha política, a la muestra más clara de que Mario y Fernando son capaces de echarle más gasolina a la hoguera con tal de apropiarse del poder, un poder que se les va de las manos ante sus impertinencias y rencores políticos, mismos que nos dejan ver que ni Federico Rangel ni Nacho Peralta son políticos confiables porque son moldeables como el chicle de Talpa.
Pero hay más, la cercanía de Mario con el narcotráfico y su olor penetrante a corrupción ha perjudicado enormemente al profesor Rangel Lozano, obligándolo a salir en defensa de lo podrido de las actividades oscuras de Mario, lance del que no ha salido bien librado, hoy, es tarde para que el profesor se aleje de quien sí administra, y muy bien por cierto, los intereses del crimen organizado en perjuicio de la sociedad colimense.
Está claro que en el llamado “arte de la política” (en la democracia que se quiera) no sólo es necesaria la honradez y la rectitud, mismas que son alimento esencial para la supervivencia política, por ello, el pasado 15 de diciembre del 2014, el presidente del CEN del PRI César Camacho Quiroz, aseguró que el PRI postulará gente que no den motivo de vergüenza y el oprobio. Un caso que debe llamar la atención al líder nacional priista es el del subsecretario de Comunicaciones José Ignacio Peralta Sánchez, quien tiene una denuncia penal por amenazas de muerte en contra de un periodista, misma que está radicada en la mesa seis de la Agencia del Ministerio Público del puerto de Manzanillo en el acta: 390/14.
Como ven, Peralta Sánchez está manchado por sus excesos y locuras ¿Lo seguirá apoyando Fernando cuando tiene un proceso penal abierto y por el cual tendrá que comparecer y responder cuando sea citado ante el Agente del Ministerio Público por sus amenazas?
Por ahora lo previsible es que de aquí a que se resuelva quien será el candidato priista, Mario y Fernando continuarán su ruta de deterioro.
Me queda claro que en todo ejercicio democrático, se tiene por deber, rendir cuentas y, hoy, a unas cuantas horas de la decisión priista para Colima, Mario y Fernando, deben pasar a la báscula. Importa ese ejercicio porque está en juego la prosperidad y tranquilidad de miles de colimenses y, la verdad, ni el profesor Federico y mucho menos el subsecretario de Comunicaciones Nacho Peralta, son opciones válidas para confiar en ellos por la sencilla razón que los pleitos de sus “padrinos” no los proyectan con certidumbres para darles una encomienda delicada: Gobernar.
En fin, ante la imposibilidad de una verdadera unidad en el PRI de Colima en la carrera sucesoria, lo mejor sería un tercero en discordia.
Ahí se ven.
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