Abogado columnista de Noticieros Avila&Briceño (Blog del Alacrán/Cdy Noticias)
Ya pasaron muchos meses y cada día que pasa y con cada decisión que toma este gobierno de AMLO la desconfianza alcanza un nuevo nivel. Se desconfía cada vez más de este gobierno.
Cuando uno dice que es imposible que las cosas empeoren, ahí está el gobernante para exhibir nuestro juicio equivocado: Sí es posible estar peor que ayer.
Hoy, pretender negar o maquillar lo que es más que evidente, carece de sentido y utilidad y, sin embargo, no pocos de los seguidores acríticos del gobernante, lo intentan. Por otra parte, también lo es aceptar pasivamente esa forma de gobernar, cuya característica definitoria no es otra que navegar sin rumbo y sin dirección.
Si nos remontáremos a esos primeros días después del primero de diciembre del año 2018, cuando todo era euforia como consecuencia de la llegada del actual gobernante a la Presidencia de la República, este hecho sería, para muchos, un rayo de esperanza a la vez que un estímulo a sus ansias de vivir sin trabajar, todo a costa del erario.
La esperanza empezó a desdibujarse para irse convirtiendo en decepción y coraje. Hoy ni todo Morena quiere a AMLO y su política, prueba de ello el nuevo partido que crearon con la finalidad de conservar el poder. Con gran soberbia aseguran que sin AMLO Morena pierde, pero los que estamos perdiendo y mucho somos los mexicanos.
Las promesas incumplidas, franca y cínicamente olvidadas o sólo hechas a un lado, es la norma y el ciudadano que entregó su voto en las pasadas elecciones ya se dio cuenta de ello. Se exhibe —sin recato alguno— en el rubro de la seguridad y el combate a la delincuencia. La corrupción y su combate el tema más hipócrita de la agenda gubernamental.
Hoy, después de los videos que dejan ver a integrantes de uno de los grupos delincuenciales más fuertes y con mayor presencia geográfica, nuestro Presidente reitera que para él, nada de la Ley del Talión, sino “más abrazos, no balazos”.
Nada de la ley y nada de hacerla respetar; nada de Estado de derecho y nada de cumplir lo que protestó hacer cumplir (la Constitución y las leyes que de ella emanen).
¡Pobre país!
¿Quién podría informarnos hacia dónde vamos? ¿Alguien lo sabe? Quizás ni el Presidente mismo lo sepa.
Saludos a todos mis amigos de Tecomán que me leen, así como de los diferentes municipio de mi querido Estado Colima.
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