Aunque para muchos esta fecha del dos de noviembre se dedica especialmente para visitar a quienes ya no se encuentran entre nosotros, para don Roberto García es diferente, pues él visita la tumba de quien fuera su madre cada quince días, pues dice que “ella se siente sola” sino la visitan.
“Haga de cuenta que cada quince o veinte días vengo a visitarla, le limpió su tumba, barro, le echo agua a las plantas, platico con ella, sé que ya no está conmigo, pero me escucha, sé que me entiende, le cuento mis problemas, aunque no me responde siento como un alivio, porque de alguna manera sé que me ayudará a superarlos”, contó a este medio digital mientras colocaba sus plantas.
Para Roberto, en estos días no hace falta poner grandes ofrendas, cúpulas enormes o altares de gran presupuesto, basta con visitarla y recordarla.
“Aquí descansa mi mamá, yo así le digo porque es la que me ‘crío’, porque mi madre murió en el parto, nunca la conocí, pero ello siempre estuvo conmigo, sobre todo en las malas; así que el venir a verla cada quince días es poco, porque ella estuvo conmigo al día”.
Otros cientos de tumbas no tienen la misma fortuna que la madre de Roberto, pues es evidente que hay espacios abandonados, a los que apenas se les alcanza a ver la cima de la cruz que en algún momento colocaron sus familiares o algún pedazo de cemento de lo que fuera la cripta.
Situación que contrasta con la realidad, pues de acuerdo con J. Jesús Estrella Hernández, administrador del panteón, el camposanto ya no cuenta con más espacios para vender.
Por los corredores del cementerio se ven llegar a familias completas, con flores, veladoras, globos con elio, escobas, guadañas, para dejar en buen estado las tumbas en este día que se celebra a los muertos, pero que después quedarán sucias y con las flores secas hasta su aniversario luctuoso o bien hasta el año 2016 en esta misma fecha.
Pues muchas de ellas no corren con la misma suerte que la madre de don Roberto, quien dice ir con gusto y feliz a “recordar a la mujer que hizo de él un hombre humilde, pero bien”.
Mientras tanto, este espacio donde descansan los muertos permanecerá abierto en el transcurso del día esperando la llegada de más de tres mil personas.
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