Cuando un alcalde cumple con su periodo como alcalde, su trabajo y esfuerzo es bien reconocido, porque además, cumplió con el juramento constitucional.
Pero cuando un alcalde deja su encargo por otra aventura, merece ser destituìdo por incumplido, ambicioso, y falso redentor. (Héctor Raúl Avila Vázquez, presidente ejecutivo de editorial Avila&Martínez)
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