martes, 21 de enero de 2014

CAFE CON PIQUETE

Lic. Néstor Raúl Avila Martínez.-
Estamos sobre el nuevo año, lleno de esperanzas y alegrías, muchos se propusieron mejorar su vida en varios aspectos, disfrutamos de la llegada de navidad, festejo de año nuevo, día de reyes y ahora se viene nuestra Feria del Limón.
Lo anterior me hace tocar un tema importante, sobre nuestra forma de pensar, adorar, usos y costumbre que más que buena y benéfica, es equivocada desde mi perspectiva.
Me refiero al culto que muchos le dan a la Santa Muerte, que sin seguir los principios y requisitos para lograr ser santo, alguien se le ocurrió, por simple negocio hacerla popular, porque en sí la muerte es un estado natural por el cual pasará todo ser humano, pero iré más allá, para ser santo, se requiere haber sido humano, para ser considerado por la iglesia un santo.
En nuestro País una de las deformaciones religiosas que ha incrementado considerablemente es la falsa devoción a la Santa Muerte, sólo basta echar un vistazo a los puestos para comprobar esta realidad, a cualquier ciudad, en cualquier Estado de la república se vende algo alusivo a la “Muerte” y todavía la denominan “Santa”
Y si llega al puesto a preguntar porque las vende, le dirán de una manera tranquila que es su negocio, que no hay nada malo en venderlas, incluso dicen llamarse católicos e ir a misa, pero sus clientes se las piden.
Los católicos o quienes se hacen llamar así, por tradición, herencia, costumbre o lo que sea, pero los envuelve en la ignorancia de la religión universal, donde su primer Papa fue San pedro, de acuerdo a datos que guardan los archivos de la historia universal, deben reflexionar, ante equivocado culto para recibir bendiciones, buena suerte, dinero, amor, perdón y cualquier sentimiento que su corazón guarda y desean salir del bache, porque eso no lo da la “Santa Muerte”, por lo tanto no debe un cristiano promover su adoración.
Cuando la Iglesia declara alguien como santo, debe ser primero hombre o mujer, con grandes virtudes que ha tenido en la vida y sirven como ejemplo para los demás. Tal vez además del negocio, la gente se justifica en el culto a la Santa Muerte porque dentro de la liturgia de la iglesia hay expresiones como “Que Dios nos conceda una santa muerte”, pero eso quiere decir al hecho de morir en gracia de Dios, que nada tiene que ver con la diabólica devoción a la muerte, porque debemos tener presente que no existe la “Santa Muerte”, pues es sólo la extinción del proceso homeostático de un ser vivo. Es como si se rindiera culto a el “Santo Nacimiento” o a la “Santa Enfermedad” o si en el Estado de Colima rindiéramos culto a la Feria Estatal que le llaman “Todos Santos” y así puedo mencionar más ejemplos que sólo hacen ver al cristiano frente a Dios como seguidores ridículos e ignorantes de la fe.
A excepción del ateo, todos los demás debemos ser fiel seguidor de Cristo, nuestro hermano y nuestro Dios, porque es el “Camino, la Verdad y la Vida”, él venció a la muerte y aunque tuvo miedo de ella, cuando fue crucificado, vino a salvar el mundo, a traer la buena nueva que debemos predicar y eso nada tiene que ver con el culto a la “Santa Muerte” que ya es muy popular y es un gran negocio en todo México, yo creo que el papa Juan Pablo II se vuelve a morir de tristeza al ver que tanto seguidor que tuvo en esta gran tierra rinde un culto errado.
Estudiosos de la biblia consideran el culto a la muerte una manera disfrazada de satanismo, y por otro lado quien rechaza la propuesta del Dios verdadero que da vida, rindiendo o promoviendo el culto a la muerte en todas sus formas disfrazadas, corre peligro de perder la vida eterna, porque la que muchos luchamos en alcanzar, por ello nos mueve el deseo de hacer buenas obras y portarnos bien, porque nuestra ilusión es estar bien con Dios para estar bien con nosotros mismos y los demás.
La Biblia en Apocalipsis 20, 14-15 si mal no recuerdo, dice: “Luego, el reino de la muerte fue arrojado al lado del fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda, y allí fueron arrojados los que no tenías su nombre escrito en el libro de la vida”.
Por lo tanto, muy seguramente aquellos que rinden culto a la “Santa Muerte” están en grave peligro y tendrán que asumir sus propias consecuencias el resto de sus vidas. De nada les va a servir acudir a misa y participar en la iglesia, pues Dios que todo lo ve y todo lo sabe, conoce el corazón de cada uno y con él jamás podremos ser hipócritas, con los demás y con el propio sacerdote, incluso hasta con el Papa tal vez sí, pero a Dios nunca lo vamos engañar. Así que ya no se encomiende más a la “Santa Muerte”, siga éste consejo, nadie se dio cuenta de su error, porque estas palabras son nuestro secreto, esa es la ventaja de escribir para usted amigo lector en el periódico EL ALACRAN, gracias por leerme. Viva la Virgen de la Candelaria, hemos entrado a nuestra más grande fiesta!! QUE VIVA NUESTRA PROTECTORA!!

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