Bastantes quejas existen contra Federico Rangel Lozano, presidente de Colima, que ha utilizado la dirección de tránsito para obtener dinero fácil de los contribuyentes: Las patrullas se estacionan donde se les antoja e infraccionan a los conductores aunque ninguna falta hayan cometido. Se han denunciado arbitrariedades en los medios de comunicación, las redes sociales y hasta un regidor de su cabildo ha alzado la voz. Rangel pasará a ser un presidente que jamás escucho a su pueblo, pero que en éste año de enero a agosto recaudó 41 millones 872 mil 405 pesos. El aspirante a Gobernador tampoco escuchó a tres magistrados que han determinado que los agentes de tránsito violan los derechos humanos.
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