Cosas del Pacto
La promesa de campaña de Peña Nieto para detener el aumento mensual de las gasolinas, quedó sólo en eso, una promesa cacareada y actualmente olvidada, sólo fue para para adquirir votos.
La política económica del actual régimen, no cambió con respecto a la de Felipe Calderón, siguió con la misma estrategia pero en forma más agresiva y contundente.
Desde enero de este año, los estrategas del nuevo régimen establecieron a 11 centavos por litro el aumento mensual a las gasolinas.
El litro de gasolina magna cuesta ahora en mayo, 11.36 pesos, al final del año costará más de 12 pesos el litro, 11.3% más con respecto al cierre del 2012.
No conformes con el sangrado que se le está haciendo al pueblo en este sentido, los tres grandes partidos políticos aceptaron, cobijándose en el Pacto por México, la Estrategia Nacional de Energía presentada por la administración de Enrique Peña Nieto, la cual contempla la eliminación gradual de los subsidios a las tarifas eléctricas; lo que llanamente significa que poco a poco va salir más alterado el recibo de la luz. Irán aumentando paso a pasito para que no se note ni nos duela mucho.
Otra cosa que las autoridades minimizaron, por considerar que la medida no afectaba al bolsillo popular, fue que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio su anuencia para que la Comisión Federal de Electricidad aplicara un aumento del 8.4 por ciento a las tarifas eléctricas de alto consumo.
Es decir, este incremento se aplicó exclusiva mente al sector industrial y empresarial, argumen tando que el aumento no lo registrarian las tarifas domésticas, para según ellos, proteger la econo mía familiar.
No cabe duda que con lo anterior, lo único que pretenden es jugarnos el dedo en la boca, si les suben las tarifas a los grandes industriales y empresarios, ellos simplemente nos aumentan los costos en los productos y al final de cuentas, el pueblo es el que termina pagando los aumentos.
La razón principal para aplicar este tipo de políticas y el argumento de quienes las apoyan es, que el Estado Mexicano ya no puede seguir sosteniendo los subsidios a los combustibles y a la producción de la energía, pues sólo se benefician quienes más consumen y quienes tienen mayo res ingresos.
En esto es en lo coinciden los tres partidos políticos que están enredados en el Pacto por México; y quizás tengan algo de razón, en cuanto a que se benefician más los que tienen más, pero no se han puesto a reflexionar, que con el alza a los combustibles, el guadañazo es parejo y afecta igual a quienes tienen más y quienes tienen menos.
Pero sobre todo, los más raspados son los que utilizan su vehículo para trabajar; por ejemplo, un simple ven dedor de camotes que tiene que ir a recoger el producto a la parcela en donde se recolecta y luego llevarlo a los tianguis o al consumo general; al pagar más por la gasolina, tiene que conservar sus precios y sacrificar ganancias, porque de lo contrario, será acusado de alta traición a la patria.
Estas medidas geniales de la economía mexicana y otras que por el reducido espacio no alcanzamos a mencionar, están enmarcadas en el Pacto por México y avaladas por los tres partidos políticos.
De tal suerte que no nos queda otra, más que esperar al Chapulín Colorado a que venga en nuestro auxilio, recurriendo a la frase mágica de “¡ooh, y ahora quién podrá defendernos…!”.
Si los tres partidos políticos están coludidos, involucrados, unidos, amafiados o como usted le quiera llamar al triángulo amoroso del Pacto por México, ¿quién nos va a defender… a quién vamos a recurrir… o en el mejor de los casos, a quién vamos a culpar de lo que está pasando?
En la antigua Roma, cuando la situación se les ponía fea y para defender la “democracia”, recurrían a los triunviratos, gobiernos formados por tres personas de diferentes ideologías, que se instauraban para controlar la efervescencia del escenario político.
No nos extrañe que el próximo sexenio esté formado por tres personas distintas, y como dice la religión: con un sólo dios verdadero.
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