El Secretario de Seguridad Pública Raúl Pinedo Dávila y el director de la PEP Juan Ramón Bachomo Munguía en lugar de hacer eventos para entregar reconocimientos a sus agentes, deberían sancionar a los policías prepotentes, torturadores y que inventan delitos con detenciones ilegales, o de plano tener vergüenza y renunciar, porque ni están para prevenir, ni acuden a los llamados de inmediato y sólo hostigan a los ciudadanos honestos y trabajadores. Urgen que el gobernador Mario Anguiano Moreno realice cambios con gente inteligente para capturar delincuentes y que respete los derechos humanos.
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