LAS ELECCIONES EN BAJA CALIFORNIA
El pasado domingo siete hubo elecciones de alcaldes y diputados locales en 14 estados de la República, y en el estado de Baja California también se disputó la gubernatura estatal.
En estos comicios, el PRI se consolidó como la principal fuerza política del país, dejando el segundo lugar para el PAN y el tercer lugar para el PRD que al parecer sigue caminando en reversa.
Los resultados fueron hasta cierto punto previsibles casi en la totalidad de las 14 entidades, es decir, no hubo sorpresas.
Los jaloneos y desacuerdos surgidos antes, durante y después de las votaciones también, eso ya forma parte de nuestra “incipiente democracia”.
Lo que motivó el sospechosismo y movió irremediablemente el tapete de la credibilidad ,fue el error técnico que surgió en el PREP de Baja California, que terminó por declararse incompetente debido a una serie de errores aritméticos.
Según Carlos Treviño director de PROISI, empresa que llevó al cabo el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) en Baja California y otros tres Estados de la República el pasado domingo 7 de julio, negó que existiera un error en la sumatoria del conteo preliminar, sino que se trató de una discrepancia entre dos técnicas de redondeo de porcentajes.
Es decir, que el moderno sistema de conteo se hizo bolas con los decimales y debido a eso, el cómputo final se auguraba incorrecto. Según él.
La verdad es que la elección iba muy pareja y estaba arrojando datos alarmantes, pues tanto el PRI como la alianza PAN-PRD podían alzarse con la victoria, y el mismo día de las elecciones, sin que hubiera forma de corregir algo, se daría a conocer el virtual ganador.
Eso hace suponer que una mano negra bajó el switch del sistema.
El segundo acto de la obra, lo protagonizaron los presidentes de los partidos en discordia Gustavo Madero y César Camacho, quienes se apresu raron a gritar a los cuatro vientos que sus gallos habían ganado la contienda y empezaron a acusarse de tramposos y de malos perdedores.
Es decir, le hicieron al cuento como si en verdad estuvieran enojados por el error del PREP y se acusaron mutuamente de haber intervenido en la multicitada falla del sistema.
La principal sospecha de toda esta faramalla es que el Gobierno Federal quiere a toda costa, que gane la alianza PAN-PRD para mantener la vigencia del Pacto por México.
Y con el triunfo de Baja California le arriman a Gustavo Madero un tanque de oxígeno que lo mantendrá vivo, al menos mientras salen las reformas que están en puerta.
Parece que el candidato del PRI Fernando Castro Trenti había sido postulado para perder:
No era muy popular, lo habían acusado de tener nexos con el crimen organizado y cierto o falso, salió bien librado pero su imagen se deterioró; lo aventaron al ruedo casi sin recursos pero él se las ingenió y llevó a cabo una campaña inteligente y comenzó a mejorar en las encuestas, tanto que al estar rebasando a Kiko Vega el del PAN, alguien se sacó de la manga la incon gruente anexión del PRD y ni así le hicieron mella pues el día de las votacio nes, los resultados eran alarmantemente parejos y el teatro se vendría abajo si Trenti resultaba ganador.
Fue entonces cuando se cortó por lo sano y al igual que aquella memorable elección cuando se “cayó el sistema”, el conteo de los votos se detuvo y tendrá que hacerse a la antigua, acta por acta, pero ya sin tantos reflectores encima.
Ahora, Kiko y Trenti defienden la posición de un resultado justo y esperan que el conteo sea sin trampas.
Pero, si ellos estaban de acuerdo en esta farsa, ahora que no le estén haciendo al cuento, que se dejen ya de payasadas.
Es muy difícil asegurar si hubo o no concertación, desafortunadamente todo es pura sospecha, pero si es verdad, nos estaríamos enfrentando ante la realidad de una burla más que se le hace al ciudadano y que las cosas en política siguen igual que hace 70 años./ GIL LARIOS MORENO
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