La salida de Gerardo Cruz Lizarraga obedece a dos situaciones: el gasto innecesario de 10 millones de pesosen el festejo del personal sindicalizado en abril pasado y el asunto apestoso de la planta de tratamiento de aguas residuales, en donde se habla de un contrato leonino celebrado entre el ex alcalde Juan Carlos Pinto Rodríguez, el ex director de la COMAPAT Gil Alvarez Pulido con una empresa que no garantiza aún la inocuidad de las aguas negras y que en breve, será esa misma empresa la encarada de ampliar la planta con recurso federal de 258 millones de pesos.
Se quedan sus enemigos secretos en la paramunicipal, el director operativo y el de comercialización, quienes jamás pudieron hacer equipo con Gerardo Cruz. La honestidad se paga cara, muy cara.!!
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