Gilberto Moreno Larios
Columnista El Alacrán/Villa de Alvarez
Los Médicos Protestan
La historia comenzó hace cuatro años, en el 2010 cuando un chico de 15 años de edad llegó a la sala de urgencias del Centro Médico de Occidente de Guadalajara, con un paro cardio-respiratorio ocasionado por una crisis asmática, donde los doctores, para revivirlo, le practicaron la reanimación cardio-pulmonar. Luego, para mayor estabilidad, el joven fue ingresado a Cuidados Intensivos donde se le colocó un tubo en la garganta y un ventilador para que pudiera respirar mejor; sin embargo, debían administrarle diversos medicamentos que le llegaran directo al corazón, por lo que decidieron practicarle un cateterismo, esto es, pasar una sonda delgada y flexible (catéter) hasta el corazón, entrando por el brazo, el cuello o la ingle. Durante el cateterismo surgieron complicaciones que llevaron a que uno de los pulmones del paciente se perforara, lo que según aseguran los médicos, fue solucionado de forma inmediata y se le realizaron más estudios para buscar otro tipo de daño; sin embargo, no contaban con que el chico tuviera tuberculosis intestinal, pues es una bacteria que puede permanecer sin síntomas hasta que algún factor la active. Cabe mencionar que el chico, a sus 15 años de edad, pesaba 90 kilos, lo que según los médicos, sumado al ataque de asma, el paro respiratorio y la tuberculosis intestinal (detectada tardíamente), provocaron que el chico falleciera.
El papá del muchacho, que es abogado, puso una demanda por homicidio culposo derivado de negligencia médica, y cuatro años después de los hechos, un juez de Jalisco emitió la orden de aprehensión a los 16 médicos que intervinieron en el caso y los galenos fueron apresados.
Los facultativos, acostumbrados a que este tipo de situaciones siempre queda impune, al ver a sus colegas detenidos, sintieron que la lumbre les llegaba a los aparejos y bajo adagio de “Hoy por ti, mañana por mí”, se lanzaron con todo a través de las redes sociales, logrando organizar un movimiento nacional al que nombraron “yo soy # 17” en alusión al número siguiente de los 16 médicos involucrados en el caso. Así, marcharon el día 22 de junio partiendo desde el Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS, en Guadalajara, portando batas blancas y listones negros. La protesta fue apoyada, también por medio de marchas, en otras ciudades del país, como México DF, Monterrey, Cancún, Morelia, Colima, Yucatán, Campeche, Toluca y Tlaxcala.
“No somos dioses, tampoco somos criminales…” “Estudiamos para salvar vidas…” eran algunas de las consignas que podían leerse en sus pancartas y escucharse en sus gritos.
Es muy difícil emitir un juicio sin conocer a detalle las pesquisas relativas a este acontecimiento; pero hablando por experiencia propia puedo asegurar que la gran mayoría de los médicos, enfermeras y personal administrativo (hasta los afanadores y camilleros) que laboran en las dependencias oficiales como son IMSS, ISSSTE y SSA son prepotentes, desatentos, apáticos y renegados. Afortunadamente existen honrosas excepciones, esos que desempeñan bien su trabajo, que te reciben con una sonrisa y hasta te dan una palmadita en la espalda para hacerte sentir bien.
Cuantas veces nos hemos topado en las salas de urgencia a la recepcionista que no nos hace caso; al médico del ISSSTE o del IMSS que termina de redactar la receta antes de que le contemos todos nuestros síntomas; cuanto tiempo tenemos que esperar para que nos atiendan, para que nos den el famoso pase con el especialista, y cuando ya lo tenemos, conformarnos con el conocido parecetamol para curarnos una rinitis crónica.
Es verdad que no son dioses, imagínense si lo fueran. Entonces que actúen como seres humanos. Tienen una gran responsabilidad en sus espaldas, no son trabajadores de una ferretería. Que se comporten a la altura.
Como ya lo señalé arriba, no podemos juzgar sin conocer el caso. Lo que debemos hacer como ciudadanos es exigir que se haga justicia, que se refuercen las investigaciones y si los médicos son culpables, que los refundan en la cárcel, si no, que se dejen en libertad.
Y pedirles a todo el personal que labora en el Sector Salud que hagan lo que les corresponde, como seres humanos con preparación facultativa, pues ellos mismos lo dicen: No son dioses
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