jueves, 22 de agosto de 2013

La U de C. no acepta críticas que señalen presuntos desvíos de recursos económicos

Pedro Zamora los ventiló y se ganó la expulsión como docente..
Manuel Ferrer Muñoz
Pedro Zamora Briseño, corresponsal de la revista Proceso en Colima (México), ha sido removido de su actividad docente en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima (U de C), con el argumento de que rebasaba los cuarenta años, con lo que superaba la edad límite para ser contratado como profesor de nuevo ingreso. 
Si ésa fuera la razón –hay motivos para sospechar que no ha sido éste el porqué de la exclusión-, se habría vulnerado la fracción 5ª del artículo 1º de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, […] o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. 
De observarse lo prescrito en la Carta Magna, el acto por el que se excluye la continuidad académica del Prof. Zamora sería ilegítimo, por haberse vulnerado una garantía constitucional.
Lo cierto es que durante los tres años que duró la actividad académica de Zamora en la U de C, ésta incurrió en irregularidades de todo orden para ahorrarse un compromiso laboral que no quería asumir por las razones que se explicarán a continuación. 
Según el contrato colectivo de trabajo firmado entre la Universidad y el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC), no debe haber becarios que permanezcan más de seis meses en esa situación. En consecuencia, trascurrido ese tiempo, el becario debe ser contratado por la U de C para desempeñar las funciones para las que se le concedió la beca.
Es preciso advertir, además, que el Estatuto del Personal Académico de la U de C no menciona en ningún momento la figura del profesor-becario que de un modo arbitrario, se utilizó para la vinculación del Prof. Zamora desde febrero de 2011. 
Tal concepto es ajeno a toda legalidad y debe ser denunciado.
Zamora Briseño llevaba impartiendo clases en condición de profesor-becario desde el semestre de febrero a julio de 2011, por lo que su situación distaba de ser regular cuando el pasado 12 agosto de 2013 se le comunicó su exclu sión del cuadro docente, ya que tenía que haber sido contratado cuando se cumplieron los seis meses de actividad académica, después de que por decisión del coordinador general de Recursos Humanos, Juan José Guerre ro Rolón, se cancelara el contrato que había vinculado a Zamora con la institución desde agosto de 2010. 
Tal anomalía se explica por la oposición de dicho coordinador general a la incorporación de Zamora como trabajador de la U de C, con el argumento ya aducido entonces de que sobrepasaba los cuarenta años.
Lo que no se dice, pero que resulta de dominio público, es que Zamora Briseño ha publicado noticias que afectan la imagen de la Universidad de Colima, como los presuntos desvíos de recursos del Fondo Social de Apoyo al Pensionado (FOSAP) sacados a la luz por el SUTUC y el zafarrancho en la elección del rector que organizó el Movimiento Estudiantil Disidente (MED). Por eso es de esperar que SUTUC y MED planten cara a la Rectoría y, si fuera el caso, emprendan las acciones legales que correspondan, al haberse vulnerado el marco laboral establecido en el contrato colectivo y en el estatuto del personal académico.
En palabras del propio Zamora, “el argumento de la edad es sólo una fachada para encubrir motivos relacionados con el descontento de las altas autoridades universitarias por la orientación de mi trabajo periodístico”.

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