“Cuando uno está muerto, uno no sabe que está muerto. Los demás si lo saben y ellos son los que sufren. Lo mismo pasa cuando uno es pendejo”
Tuvo que ser el Tribunal del Poder Judicial quien le ordenara al Congreso del Estado, específicamente a los diputados panistas que cumplieran con la ley.
Ni con manzanas lo entendieron y de ahora en adelante tendrán que acatar las ordenes del tribunal o será el pueblo quien a jitomatazos se los expliquen. Algunos ni la tonada para rebuznar han de saber.
Las declaraciones y actuaciones de Martha Sosa y compañía sobre la elección para gobernador interino permitió que hasta un payaso se registrara.
La cachorra del imperio, producto de la mercadotecnia como todos los que ocupan la curul sin conocer y sin entender la ley, peor aún la violan, de verdad nos hace pensar en la gravedad de su trastorno mental, de su enfermedad por el poder.
Al rato dirán que hay que ponerle el nombre de Jorge Luis Preciado a alguna institución educativa, por su buena conducta.
Los diputados panistas que se sienten más valientes que Pancho Villa y las mujeres más inteligentes que Einstein, han obligado al PRI, PT, NUEVA ALIANZA, PVEM a interponer sus recursos legales para hacer valer la ley que violan panistas novatos y otros, vividores del erario público desde hace muchos años.
Lo que hacen es una traición a la Patria, porque juraron cumplir la ley y de paso han defraudado a miles de colimenses que ingenuamente creyeron en los actuales diputados promotores de violentar la Constitución y enemigos de la promoción de la lectura al no saber leer ni entender lo escrito.
Estos ignorantes y nefastos personajes metidos a la política local supieron aprovechar la inconformidad de la mayoría de los colimenses, para convertirse en diputados y parece ser que nos tocarán tres años con empobrecimiento jurídico y un gris trabajo legislativo.
De seguir así, será un Congreso de retroceso para el pueblo de Colima, quizás hasta de tranzas y corruptelas; de enriquecimiento para los cuates y familiares.
Y aún pesa sobre ellos el desagradable: “Cállese pinche vieja loca”.
Con estas lindezas, junto con el ranchero chido de Tecoman que acudió a entrar a la fuerza al recinto legislativo para respaldar a Jorge Luis Preciado y luego acompañarlo días después al Paraíso donde arribó Peña Nieto, se atreven a declarar que quieren gobernar el Estado de Colima.
Sabíamos que estaban chiflados, pero la actuación de algunos diputados locales de plano preocupa porque son una ofensa para quienes han hecho las leyes como normas de convivencia, no de pleitos.
Con estas ideas retrógradas de los legisladores no podrán ser mejores que sus antecesores, por su carencia de propuestas progresistas, tan necesarias para el desarrollo de nuestro Estado.
Buen día y gracias por leerme!!
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