HABIA CITADO que en el Estado existe una grave descomposición polìtica y nadie lo aceptaba.
Ahora saltan a la vista las evidencias, bien claras.
El no escuchar a las bases de los partidos, es causa principal de ese desorden en los partidos.
Por eso, en los partidos polìticos tras el descontento, hartazgo e irritación, surgió la desbandada.
No hay unidad- solamente las deportivas- todo lo contrario, y aquello que se esperaba resultara una selección de precandidatos acorde a las demandas ciudadanas, se convirtió en papa caliente para las dirigencias estatales de los partidos en activo.
Ya no hallan que hacer los responsables de esos institutos polìticos en el Estado de Colima.
El quebrantamiento de la unidad es evidente, se recrudecen las confrontaciones de grupos, prevalece ese divisionismo que se quiso evitar y no hay la esperanza de un triunfo con carro completo.
En al PAN, con un pre candidato externo, rompe con la esencia histórica de tener en sus venas sangre azul y aparece el fantasma de la desuniòn.
Prevalecen las ambiciones personales y no de partido, no como deseaba la militancia.
Consideran sus dirigentes estatales, que la tabla de salvaciòn son las alianzas, luego de no escuchar a las voces de personajes representativos de una sociedad actuante y permanente, con quienes jamàs se entre vistaron para conocer sus opiniones o consejos.
Y a río revuelto, ganancia de pescadores.
Aquí quienes han cumplido con sus militantes- asi lo espero- son los partidos del Trabajo y Revoluciòn Democràtica, el PT y el PRD.
Lamentablemente por su poca membresia, no alcan zarán en algunos casos, regidurías algunas.
CAUSARON conmociòn Lupillo García Negrete y Eloisa Chavarrias Barajas, Ernesto Márquez y Beatriz Isunza quienes emigraron de sus partidos, para contender por otro, frente a sus grandes amistades.
Insisto, se cubren intereses personales y no de parti dos ni mucho menos, de la sociedad. Un asco !!
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