MEXICO, D.F. (apro).- La polémica generada por el presunto “regalazo” del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a las dos televisoras dominantes en el país (Televisa y TV Azteca) nos conduce a un personaje que prácticamente gobierna todas las áreas del país y fue clave en la negociación con los consorcios mediáticos para aprobar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión: Luis Videgaray.
El secretario de Hacienda no estuvo al margen de la discusión al interior del IFT para determinar que en materia de multiprogramación el duopolio que domina 95% del espectro televisivo no tendrá que pagar contraprestación, a pesar de que las arcas públicas del país necesitarán recursos en pleno recorte presupuestal.
El artículo 15 de la conocida como Ley Peña-Televisa establece que es facultad del IFT “fijar tanto el monto de las contraprestaciones por el otorgamiento de las concesiones como la autorización de servicios adicionales vinculados a éstas, previa opinión no vinculante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.
La intervención de Hacienda se ratifica también en el artículo 99 de la misma ley: “Todas las contraprestaciones a las que se refiere esta ley requerirán previa opinión no vinculante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mismas que deberá emitirse en un plazo no mayor de treinta días naturales. Transcurridos este plazo sin que se emita dicha opinión, el instituto continuará los trámites correspondientes”.
En el caso de la multiprogramación, el artículo 158 establece que el IFT otorgará la autorización a los concesionarios que lo soliciten, “incluyendo en su caso el pago de las contraprestaciones” debidas bajo cinco criterios: el número de canales y la calidad técnica; límites al agente económico preponderante (Televisa); lineamientos para el pago de contraprestación; en ningún caso servirán para televisión o audio restringidos.
En otras palabras, la misma ley da atribuciones a la Secretaría de Hacienda para que intervenga. En su comunicado oficial de la semana pasada, el IFT no menciona para nada a Hacienda, pero incorpora un argumento que el mismo Luis Videgaray mencionó, en privado, con algunos concesionarios: el cobro desincentivaría “el uso más eficiente del espectro radioeléctrico”.
¿Por qué Videgaray no utiliza ese mismo argumento en otros sectores de la economía dependientes de una concesión de un bien público que se quejan por la excesiva carga fiscal y de contraprestaciones cuando hacen un nuevo uso adicional?
La “larga mano” de Hacienda y Televisa en el IFT
Desde la aprobación de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, fue muy claro que el secretario de Hacienda encabezó las negociaciones tanto con los abogados de Televisa y TV Azteca (Javier Tejado Dondé y Pedro Padilla) como con los legisladores del Senado.
Múltiples testimonios reiteraron que fue Videgaray el artífice también de la llamada “cláusula Cablecom” que benefició ampliamente a Televisa, y que fue negociada directamente con Bernardo Gómez, vicepresidente del consorcio televisivo.
Por si fuera poco, el actual comisionado presidente del IFT, Gabriel Contreras, tiene actualmente como coordinador de asesores al mismo personaje que trabajó con el excomisionado de la Cofetel, Gonzalo Martínez Pous, flamante vicepresidente jurídico de Televisa.
¿Así o más coincidencias en este entramado de grupos de interés y de presión que siempre intentan capturar a los órganos reguladores?
TV Azteca prefirió litigar públicamente sus intereses a través de desplegados pagados en varios periódicos de circulación nacional, el viernes 13.
Según su desplegado, ellos pagaron “el equivalente a 650 millones de dólares por las concesiones y frecuencias con las que operan. Este pago se realizó por el uso pleno de las frecuencias, lo que incluye la multiprogramación”.
¿De dónde concluyen los señores de TV Azteca que el pago por la licitación de Imevisión incluía la multiprogramación cuando en 1993 ni existía la tecnología necesaria para la multiplexación?
“La transición a la televisión digital nos abre la posibilidad de enviar señales múltiples en un mismo canal de transmisión. En todo el mundo se utiliza esta tecnología para la transmisión de contenidos adicionales y espejo de los canales base”, agregó TV Azteca en su desplegado firmado por Luis Güijosa García-Colín.
Que la multiprogramación se utiliza en todo el mundo tienen razón, pero en la mayoría de países avanzados se pagan derechos y una contraprestación. Incluso, en naciones como Gran Bretaña se paga una contraprestación en función de los ingresos que se generan por comercialización anual de los canales digitales, además del pago por el uso de derechos del espectro. En Hong Kong también sucede lo mismo y en otros países europeos también se establece ese pago.
Por supuesto, en los demás países no tienen un secretario de Hacienda tan generoso con las televisoras –que no con todos los sectores económicos– como en el México de Luis Videgaray
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